viernes, 8 de noviembre de 2019

Moal y el transporte de viajeros


La construcción de la carretera entre Cangas y Moal, a principios del siglo XX,  trajo consigo, lógicamente,  un mayor trasiego de vehículos para transportar mercancías, especialmente madera del monte de Muniellos; sin embargo, poco sabemos del movimiento de personas, especialmente en esos primeros años.

Carga de madera en Muniellos a mediados del siglo XX
Tenemos constancia, gracias al testimonio de nuestros padres y abuelos, que el primer transporte público que comunicó Moal con la villa de Cangas lo llevó a cabo Segundo Rodríguez, más conocido como Segundo Centenales, por ser originario de este pueblo de Ibias,  que se estableció en la casa de Pepe Juaco, donde puso una taberna. Segundo tenía un vehículo tipo camioneta, que carecía de cristales, llevando unas lonas en las ventanas para proteger a los pasajeros de las inclemencias del tiempo y que podía transportar a unas 20 personas. Realizaba un viaje a Cangas todos los sábados por la mañana y regresaba de la villa por la tarde, costando cada viaje desde Moal a Cangas, o viceversa, DOS pesetas.

Foto del "Tous pa Tous". Año de 1.925. Hispano-Suizo de Secundino Cosmen
El servicio estuvo funcionando varios años y sabemos que en el año 1927 ya se realizaba, pues La Maniega del mes de octubre recoge en sus páginas la siguiente noticia, que tiene connotaciones trágico-cómicas:

“Bajando a Cangas, al mercado, el sábado 3 del actual (septiembre), la camioneta de Segundo Rodríguez de Moal, al llegar cerca de Llano, y debido a habérsele atravesado en medio de la carretera una mujer con una caballería, el Segundo, por no atropellarla, viró hacia un montón de machaqueos, y la camioneta volcó. De las veintitantas personas que allí venían, solo tres salieron contusionadas, aunque no de consideración. Esto débese a que el vuelco no fue del lado del río; de lo contrario, habría que lamentar desgracias de consideración. No obstante, debemos de consignar que veinte docenas de huevos, unas mantecas y dos cuartas de trigo que allí venían, quedó todo revuelto en la carretera y bien amasado”.

Vecinos de Moal al lado de un autobús de Pepe Rengos sobre 1.956
Parece ser que el servicio se mantuvo hasta que comenzó la guerra civil española. Durante la guerra fue un vecino de Prádias, también del vecino concejo de Ibias, el que realiza el servicio, pero en este caso la ruta ya comienza en San Antolín, aunque hemos de recordar que todavía en 1930 Mario Gómez nos habla de  la carretera que va a Ibias, o que quiere ir a Ibias, diríamos mejor, pues apenas llega”. La línea se mantuvo durante muy pocos años.

En la década de 1950 Pepe Rengos puso en servicio un autocar para bajar a Cangas, pero los vecinos de Moal tenían que ir a Ventanueva a recogerlo.

Foto autobús contratado oda  Delfín y Amelia Casín. Año 1.962
Es en el año 1.959 cuando el citado Pepe Rengos consigue la adjudicación definitiva del servicio público regular de transporte mecánico de viajeros, equipajes y encargos por carretera que se menciona a continuación:

“Servicio entre Marentes y Ventanueva, provincia de Oviedo, a don José Pérez Carlos , en cuyas condiciones de adjudicación figuran, entre otras, las siguientes:

Itinerario: El itinerario entre Marentes y Ventanueva, de 36 kilómetros, de longitud, pasará por San Antolín, Cecos, Centenales, Valdebueyes, Vega del Tallo, Oballo y Moal, con parada obligatoria para tomar y dejar viajeros y encargos en todos los puntos mencionados anteriormente.

Expediciones: Se realizarán todos los lunes, miércoles y sábados de todas las semanas las siguientes:
Una expedición de Marentes a Ventanueva y otra expedición entre Ventanueva y Marentes.

Vehículos; Quedarán afectados a la concesión dos autobuses con capacidad para 25 viajeros cada uno, con clasificación de primera, segunda y tercera.

Tarifas: Regirán las siguientes tarifas-base:

Primera clase. 0,60 pesetas por viajero-kilómetro  (incluído impuestos).
Segunda clase. 0,50 pesetas por viajero-kilómetro (incluído impuestos)
Tercera clase. 0,40 pesetas por viajero-kilómetro (incluído impuestos)”.

Invitados a la boda de Delfín y Amelia. Entre otros: Justo el acordeonista, Oreste, Manolo Alguerdo, Simino, Saturno, Alicia, Nides, María, Blanca, Aníbal,  Carmen, Nieves, Agustina, Luisa y César.

En diciembre de 1.969 el BOE publica una Resolución de la Dirección General de Transportes Terrestres, por la que se hace público el cambio de titularidad de las concesiones de los servicios públicos regulares de transporte de viajeros por carretera entre el  Alto de Rañadoiro y Cangas del Narcea, con hijuela y prolongación entre Marentes y Ventanueva.

En dicha Resolución Don Francisco Cosmen Adelaida, con la doble representación de don José Pérez Carlos y de "Automóviles Luarca S.A" (ALSA),solicita de la Dirección General de Transportes Terrestres el cambio de titularidad de la concesión del servicio público regular de transporte de viajeros por carretera entre Alto de Rañadoiro y Cangas del Narcea, con hijuela y prolongación (V-1236), y entre Marentes y Ventanueva(V-1709) a favor de esta última, accediendo la Dirección General a lo solicitado el día 7 de diciembre de 1968, quedando subrogada la Sociedad mercantil "Automóviles Luarca S.A", en los derechos y obligaciones que corresponden al titular de las concesiones.

Autobús de dos pisos contratado para la boda de Amelia

ALSA estableció una línea entre Cangas y Marentes, que pasaba por Moal a las 8 de la mañana dirección Cangas y a las 6 de la tarde en sentido contrario.

El ensanche y mejora de la carretera AS-29 de La Regla a San Antolín por el puerto del Pozo de las Mujeres Muertas, llevó aparejado que en el año 2.003 Alsa dejara de prestar el servicio Cangas-Marentes por el puerto del Connio, pasando a hacerlo por el río del Coto. En ese momento Moal pasó a depender de la línea Cangas-Degaña, desviándose los autobuses en Ventanueva, para coger o dejar a los vecinos de Moal y Oballo.


En el año 2.005 ALSA deja de prestar servicio en las líneas que partiendo de Cangas se dirigen a Ibias y Degaña, pasando a prestar dicho servicio la empresa Bus Narcea, que actualmente pasa por Moal a recoger a la gente a las 9,15 horas. Vuelve a pasar a las 12,30 horas, tanto para dejar como para recoger personas,  y también se desplaza a las 17,00 horas si sube en el autobús gente para Moal.

No sabemos el tiempo que seguirá prestándose el actual servicio, que a día de hoy resulta plenamente satisfactorio, porque la despoblación que sufren los pueblos y las pocas medidas que pone la administración para subsanarla, lleva camino de convertir todo el suroccidente de Asturias en un inmenso bosque. Confiemos y esperemos que se tomen medidas y el vaticinio que realizo no lo veamos cumplido.

martes, 2 de julio de 2019

De camino a carretera.


Uno de los problemas que siempre arrastró y sigue arrastrando el municipio de Cangas del Narcea, es la falta de buenas vías de comunicación y si hoy en día todavía las tenemos que padecer, habría que imaginarse cómo serían las mismas a mediados del siglo XVIII.

Moal no fue ajeno a la incomunicación y tanto la orografía como la transmisión oral nos dicen que la salida natural del pueblo era por La Chalga en lugar de por El Trabanco. Sin embargo, la explotación de madera del monte de Muniellos hizo que en 1.766 comenzaran los trabajos para abrir una “carretera” entre Cangas y Muniellos, que debería tener “cinco varas de ancho de buena calzada” (lo que hoy en día serían 4 metros),  estipulándose su coste en 1.251.220 reales. Los trabajos para abrir dicho camino corrieron a cargo de varios vecinos de Avilés, que terminaron su construcción  en 1.772  y con ello la incomunicación de Moal.

Vista de La Chalga desde Moal
Las gacetas y periódicos de la época nos dicen que en 1.847 el camino seguía en la misma situación que cuando se construyó, si bien se levantaron varios muros en la parte que pegaba al río.

Fue en 1.882 cuando el Ministerio de Hacienda despachó el expediente de expropiación de fincas ocupadas para la construcción de la carretera de Cangas a Ouviaño, pasando por Moal y San Antolín de Ibias, en la sección de Cangas a Ventanueva, cuyo importe ascendía a 23.686 pesetas con 34 céntimos.


El Trabanco, situado entre Ventanueva y Moal
El 6 de marzo de 1.883 El Occidente de Asturias recoge en sus páginas que “ las obras de ensanche y construcción de la carretera de Ouviaño a esta villa (Cangas), y sección de la misma a Ventanueva, nos recuerdan la fábula de la mula de alquiler: empezaron con bríos, tanto que en poco tiempo se concluyó el primer trozo, aunque con algunos paréntesis, como sucede en la travesía de Llano; en La Regla donde  está por derribar una casita que invade la vía, y algunos otros: pero en el segundo trazo de Cibuyo a Las Fraguas ya se fue  retrasando el paso, pues están los trabajos bien atrasados; y en el 3º de Fraguas a Ventanueva aún no entró la primera piqueta. Al parecer el Gobierno aún no pagó las expropiaciones y el contratista tropieza con un obstáculo insuperable. ¿Estaremos abocados a una rescisión de contrato, cuya perniciosa enfermedad se va haciendo endémica?. La hacienda de España en los tiempos que corremos, está visto que se parece a la hacienda del pobre”.

En enero de 1.884 se aprueba definitivamente el proyecto para construir la travesía de Cangas y así comunicar la carretera que baja de Moal con la de La Espina a Ponferrada, pues por aquel entonces se tenía que salvar el Narcea por un pequeño puente de madera, a la altura de los Nogales, para luego poder acceder a través del puente medieval a la villa. El proyecto contemplaba dos opciones: una por el barrio de Ambasaguas a enlazar a la altura del convento de las monjas y la otra por los Peñones y la Vega, siendo esta la finalmente elegida.

Tienen que pasar 10 años, y nos vamos a 1.894, para que el Ministerio de Fomento aprobase el proyecto de carretera de Ventanueva a Marentes, con un presupuesto de 2.145.994 pesetas con 98  céntimos, debiéndose revisar y modificar documentos en la época de replanteo previo.


Moal en la década de 1950
No es hasta finales de diciembre de 1899 cuando se anuncia en La Gazeta (el BOE de entonces) las obras del trozo 1º de la carretera de Ventanueva a Ouviaño,  con un  presupuesto de 218.303,58 pesetas. El trozo tenía una longitud de 6.443,50 metros, que iba desde Ventanueva hasta el arroyo del Cortín, lo que hoy conocemos como Rucabo; un plazo de ejecución de seis años, y se daría principio a la ejecución de la obra dentro del término de 60 días a contar desde la fecha de aprobación del remate.


La Ferbienza y la carretera circunvalando  Moal
El ancho de la carretera sería de 6 metros, de los cuales 4,50 son para el firme y 1,50 para los dos paseos. El material necesario para realizar la obra se tenía que conseguir en la cantera del Pueblo de Rengos, distante 5,5 kms. de la Venta,  para la sillería y mampostería, en La Cojú o Coxú y  Ferbienza para la pizarra en bancos, y en la Peña del Calero, situada entre Espina y Valdepila,  para la caliza en masa.

El firme se compondría de una sola capa de piedra machacada de 24 centímetros de espesor en el centro de la carretera y de 12 cms. en los mordientes. El machaqueo de la piedra se haría fuera de la caja, reduciéndola a fragmentos de entre 5 y 8 centímetros.

La apertura de la carretera conllevaba un desmonte de 92.690 metros cúbicos, cuyo coste ascendía en el proyecto a 99.178,26 pesetas. Otros gastos importantes eran la excavación en roca dura: 36.727 ptas;  la excavación en roca blanda: 23.034 ptas; excavación en tierra dura: 21.923 ptas  y la construcción de 1.686 m³. de muros de mampostería ordinaria con mortero común por importe de 15.000 pesetas. 

Los obreros tenían que trabajar desde el amanecer hasta el anochecer y cobraban 70 céntimos de peseta diarios, o como se decía por aquel entonces 7 perronas. Fueron varios los vecinos de Moal que trabajaron en dichas obras, recordando mi padre a Segundo de Cadenas (abuelo de Segundo y bisabuelo de Patricia), a Emilio de Mingo, hermano de mi abuelo Antonio  y a Pepe de Campo, padre de Beatriz.


Segundo Cadenas con los hijos
Todavía en 1.930,  Mario Gómez nos recuerda en La Maniega del mes de agosto/septiembre que la carretera sigue sin terminar. Tras visitar Moal continúa la marcha ……“Y por la carretera que va a Ibias, o que quiere ir a Ibias, diríamos mejor, pues llega apenas, vamos subiendo hasta una bella rinconada , donde nuestro amigo Rodrigo carga en camiones las traviesas que le bajan de los montes de Oballo. Tiene allí una gran chabola, donde aloja a su gente, y allí tiene las cuadras para los hermosos mulos, que hacen dos viajes diarios con dos pesadas traviesas cada uno por unos senderos peligrosos”
Gente de Moal en la carretera sobre 1.964
La carretera se dividió en 6 trozos o tramos para su construcción y su finalización se fue alargando en el tiempo; tanto es así que el Plan General de Carreteras del Estado de 1916, siendo ministro Amós Salvador, considera el trozo 4º de 6 kms. de longitud y el 5º de 9 kms., como carretera de urgente realización. Peor suerte iba a correr el trozo 6º, cuya construcción no fue adjudicada hasta septiembre de 1.942, siendo beneficiario Marcial Rodríguez Arango

En 1.939, terminada la guerra civil, se aprobó un Plan General de Carreteras que principalmente pretendía reconstruir todo lo que se había destruido. El Plan denominado Peña, por apellidarse así el Ministro encargado de llevarlo a la práctica, hizo una nueva clasificación de las carreteras pasando a ser de primero, segundo y tercer orden a nacionales, comarcales y locales. Fue gracias a este Plan cuando se mojonaron todas las carreteras españolas y en cada mojón figuraba inscrito el nombre de la carretera (N-VI, C-631…) y el punto kilométrico. Así, la carretera Cangas-Ouviaño pasa a ser la L-701 (no quisiera equivocarme??) y Moal aparece entre los mojones 19 y 20 al ser la distancia que hay desde Cangas.

La transferencia de las carreteras al Principado de Asturias en el año 1.989, motivó que la carretera que nos ocupa se clasificara dentro de la red comarcal como la AS-211 de Ventanueva a San Antolín de Ibias y que el mojón, ya metálico, se colocase enfrente de casa de Casín con el punto kilométrico 2, al ser la distancia desde Ventanueva. La construcción de la carretera AS-29, de La Regla a San Antolín hace que esta nueva vía absorba prácticamente todo el tráfico con salida o destino en Ibias, lo que conlleva que en el año 2.007, al hacer el Principado un nuevo catálogo de carreteras, la AS-211 desaparezca de la red comarcal y surja en la red local de primer orden  la AS-348, Ventanueva-San Antolín. No obstante, en 2017 la AS-348 pasa a ser Ventanueva-Cecos, al excluirse el tramo Cecos-San Antolín que pasa a la carretera AS-212 (San Antolín-Degaña).


Área recreativa de Cecos, final de la carretera AS-348
La carretera fue asfaltada por primera vez en el año  1.970 entre Ventanueva y Marentes, con una capa de riego asfáltico, si bien luego tuvo diversas actuaciones, en este caso con aglomerado.


Expectación en Moal en la Vuelta España 2.006
Por último decir que por esta carretera pasará el 8 de septiembre la etapa reina de la Vuelta Ciclista a España que saldrá de Tineo y terminará en el Santuario del Acebo y que será retransmitida íntegramente por TVE.  Ya en el 2.006 los vecinos de Moal también vieron pasar por esta carretera otra etapa de la Vuelta a España.

miércoles, 3 de abril de 2019

La Veiga´l Molín


En varias entradas anteriores hice referencia a los molinos que hubo y que hay en Moal, haciendo mención a los de Roque, Santiago y Francos, este último desaparecido el armazón hace ya muchos años, y decía que tal vez fuese alguno de los que recogía Madoz en su Diccionario Geográfico-Estadístico de España, pero había una contradicción en dicha afirmación, y es que los más viejos del lugar recordaban, bien por sí mismos, bien por haberlo oído a sus padres, la época en la que fueron construidos y ninguna se remontaba a mediados del siglo XIX.

La Veiga´l Molín a la izquierda de la plaza.
Madoz en su Diccionario decía que la parroquia de Vega de Rengos contaba con 5 molinos, por lo que presuponía que Moal debería contar con alguno, pues por aquel entonces tenía alrededor de 170 habitantes y además contaba con el río para abastecerlo de agua.

Han transcurrido ya 10 años desde que publiqué tres artículos que llevaban por título “Nombres propios”, en los que trataba de ahondar en el origen y significado de los parajes que nos rodean, es decir del porqué de sus nombres. En los mismos aparecían lugares familiares como Azureras, Fervienza, Granda, La Chalga, Requeixu, etc. Viene esto a cuento, porque al lado del pueblo, entre la Ponte Fonso y el lugar donde comienza a empinarse el camino que va a La Chalga, hay un paraje que no fue recogido y que es significativo: se trata de la Veiga´l Molín. Su nombre y el hecho de encontrarse a escasos metros de las casas de Moal resulta llamativo y es que, a buen seguro, el que todavía se llame Veiga´l Molín estaría justificado en que en dicha Vega hubo antaño un molino, casi con total seguridad en el prado de Mateo, por encontrarse en una llanada y próximo al río, con lo cual permitía derivar una presa con agua para su funcionamiento.

 A la izquierda de la imagen está la Veiga´l Molín
El hecho de que nadie se acuerde del molino, que no haya ningún resto del mismo y que tampoco nuestros antepasados nos hayan transmitido su existencia,  me lleva a pensar que su construcción y funcionamiento bien lo podríamos ubicar antes de 1850, año en que se publica el trabajo de Madoz.

sábado, 26 de enero de 2019

El molino de Roque

En una entrada anterior decía que Moal contó con tres molinos de agua durante el transcurso del siglo XX: el de Santiago, el de Francos y el de casa Roque, que es actualmente el único que se encuentra en funcionamiento.
Entrada de los Reyes en el molino
El molino de Roque se hizo famoso a raíz de la concesión del Premio  de Pueblo Ejemplar de Asturias 2.018 a Moal y, especialmente, con la visita que sus Majestades los Reyes de España realizaron al mismo el pasado 20 de octubre, con el fin de conocer su funcionamiento.
Los Reyes observando el pozo
La visita de los Reyes nos acercó a la historia del molino y de ahí que ahora retome la entrada para explicar cómo fue su construcción y cómo es su forma de trabajar.
Observando la molienda
El molino fue construido en el año 1.953 y fue el sustituto de otro más antiguo, que se ubicaba en el mismo lugar, dotándolo de medios más modernos y de mayor capacidad de trabajo. Su construcción fue muy difícil ya que no se usó ningún tipo de maquinaria, utilizándose solo las manos del hombre y la tracción animal, siendo dos vacas “xuncidas” las que poco a poco iban removiendo el terreno para luego manualmente  poder extraer la tierra.  Como todos sabemos, está construido en una zona llana y una presa es la que canaliza el agua desde su nacimiento hasta el molino; siendo otra presa  la encargada de evacuar el agua desde el molino hasta el río, algo que se produce en el fondo del prado de Roque, siendo una obra compleja de realizar, al haber muy poca pendiente y ser muy difícil mantener un desnivel constante para que el agua llegase hasta el río por su propia inercia y que en épocas de crecida también se pudiera extraer el agua y que el molino no se viese afectado.
Familia Roque posando delante del molino
El desnivel que el agua necesita para mover los mecanismos se consiguió excavando un pozo de aproximadamente cinco metros de profundidad. El agua retenida coge la presión suficiente para empujar las palas – o rodenos- y mover la piedra que muele el grano. Su funcionamiento es sencillo: se trata de dos pesadas piedras, traídas ex profeso desde Francia, de forma circular, que están enfrentadas y apoyadas una sobre la otra; el mecanismo hidráulico hace girar la piedra superior, donde una tolva va vertiendo el grano en el pequeño espacio que queda entre ambas piedras siendo expulsado por su parte exterior debido a la fuerza centrífuga, para ser recogido en un cajón, ya convertido en harina. La distancia entre las piedras y la velocidad de giro eran controladas por el molinero, determinando el grosor de la harina, que tras ser cribada mediante las pineras era depositada en los fuel.les (sacos de piel de cabra) para su posterior transporte.
Rodenos en el pozo del molino
La fricción entre las dos piedras creaba un desgaste y una cristalización que mermaba su eficacia y, para ello, el molinero con ayuda de una grúa de madera, llamada burro, cada cierto tiempo levantaba la piedra superior y la picaba para crearle la rugosidad necesaria.

domingo, 6 de enero de 2019

Buscando los orígenes de San Julianín


Durante la retransmisión que hizo la Televisión del Principado de Asturias con motivo de la visita de los Reyes de España a Moal, la periodista y presentadora del programa, Beatriz Fernández, con la que tuve el honor de compartir, comentar y departir  los aconteceres del pueblo y lo que la visita significaba, me decía que a raíz de la creación de la Asociación de Mujeres el pueblo contaba con un día más de fiesta al haber surgido San Julianín, a lo cual le respondí que no, que San Julianín llevaba muchos años celebrándose y que detrás de su creación sí estaban las mujeres, porque ellas se habían impuesto ante los hombres para que se hiciese un día mas de fiesta y así poder disfrutarla, ya que el día de San Juliano tenían que cocinar y atender a los invitados, no quedándoles tiempo ni para salir a echar unos bailes.
Mocedad de Moal. San Juliano 1963?
Pero ¿cuándo se empezó realmente a celebrar  San Julianín?. La respuesta es complicada, por no decir que imposible de saber, pues hemos dejado transcurrir tanto tiempo sin hacernos esta pregunta que hoy en día tampoco los más viejos del lugar la pueden responder. Un ejemplo claro es Nieves, que nativa del pueblo y ya sobrepasados los ochenta, siempre recuerda que se celebrase San Julianín y guarda en la memoria lo bien que lo pasaba ese día. También Pepe de Alonso, fallecido hace ya unos cuantos años,  en las reuniones veraniegas que tenían lugar junto a la fuente de casa Mingo, comentó en más de una ocasión, que cuando era pequeño, toda la familia, incluidos los invitados, se dedicaban a recoger  avellanas la mañana del día de San Julianín.

María de Alonso, Pepe y Emilio (1930?)

La entrada publicada en febrero de 2009, en la que recogía la mención que “La Maniega” hacía sobre San Juliano de 1.929, recogía que “el cinco del mismo mes tuvieron los de Moal su fiesta de San Juliano y San Justiniano……..”.  Realmente el artículo no menciona el día 6 de septiembre, así como tampoco cita a San Julianín, pero si menciona a San Justiniano que, por aquel entonces, perfectamente podría tratarse de nuestro actual San Julianín, aunque también podía ser un santo atribuído al redactor de la revista.
Mocedad en 1948
Por los datos aquí expuestos, podríamos decir que San Julianín bien podría ser ya una fiesta centenaria, y lo seguro es que actualmente sobrepasa los 90 años.
Mocedad 1927

Volviendo a los desconocidos tiempos en que se creó San Julianín, a buen seguro que tendríamos que remontarnos a las abuelas, bisabuelas y tatarabuelas de las actuales socias de la Asociación de Mujeres, un logro para aquellos tiempos en los que las féminas tenían muy poco que decir en una sociedad eminentemente machista, pues baste recordar que en España a las mujeres no se les reconoció el derecho al voto hasta el año 1934, tampoco podían vestir pantalones hasta bien entrado el siglo XX, ni administrar sus propios bienes en el matrimonio hasta que llegó la democracia en 1.975. En fin, que las mujeres de Moal fueron unas adelantadas a su época, aunque a buen seguro que su reclamación, al ser la incorporación  de otro día de fiesta, contara  para esa lucha  con el beneplácito de los hombres.
Espectadores obra teatro 2018
Por último decir, que si alguno/a de los lectores tiene algún dato que aportar, sobre cuándo fueron los inicios de San Julianín sería muy interesante que lo dijese para así poder dejar constancia para las generaciones venideras.

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