sábado, 26 de enero de 2019

El molino de Roque

En una entrada anterior decía que Moal contó con tres molinos de agua durante el transcurso del siglo XX: el de Santiago, el de Francos y el de casa Roque, que es actualmente el único que se encuentra en funcionamiento.
Entrada de los Reyes en el molino
El molino de Roque se hizo famoso a raíz de la concesión del Premio  de Pueblo Ejemplar de Asturias 2.018 a Moal y, especialmente, con la visita que sus Majestades los Reyes de España realizaron al mismo el pasado 20 de octubre, con el fin de conocer su funcionamiento.
Los Reyes observando el pozo
La visita de los Reyes nos acercó a la historia del molino y de ahí que ahora retome la entrada para explicar cómo fue su construcción y cómo es su forma de trabajar.
Observando la molienda
El molino fue construido en el año 1.953 y fue el sustituto de otro más antiguo, que se ubicaba en el mismo lugar, dotándolo de medios más modernos y de mayor capacidad de trabajo. Su construcción fue muy difícil ya que no se usó ningún tipo de maquinaria, utilizándose solo las manos del hombre y la tracción animal, siendo dos vacas “xuncidas” las que poco a poco iban removiendo el terreno para luego manualmente  poder extraer la tierra.  Como todos sabemos, está construido en una zona llana y una presa es la que canaliza el agua desde su nacimiento hasta el molino; siendo otra presa  la encargada de evacuar el agua desde el molino hasta el río, algo que se produce en el fondo del prado de Roque, siendo una obra compleja de realizar, al haber muy poca pendiente y ser muy difícil mantener un desnivel constante para que el agua llegase hasta el río por su propia inercia y que en épocas de crecida también se pudiera extraer el agua y que el molino no se viese afectado.
Familia Roque posando delante del molino
El desnivel que el agua necesita para mover los mecanismos se consiguió excavando un pozo de aproximadamente cinco metros de profundidad. El agua retenida coge la presión suficiente para empujar las palas – o rodenos- y mover la piedra que muele el grano. Su funcionamiento es sencillo: se trata de dos pesadas piedras, traídas ex profeso desde Francia, de forma circular, que están enfrentadas y apoyadas una sobre la otra; el mecanismo hidráulico hace girar la piedra superior, donde una tolva va vertiendo el grano en el pequeño espacio que queda entre ambas piedras siendo expulsado por su parte exterior debido a la fuerza centrífuga, para ser recogido en un cajón, ya convertido en harina. La distancia entre las piedras y la velocidad de giro eran controladas por el molinero, determinando el grosor de la harina, que tras ser cribada mediante las pineras era depositada en los fuel.les (sacos de piel de cabra) para su posterior transporte.
Rodenos en el pozo del molino
La fricción entre las dos piedras creaba un desgaste y una cristalización que mermaba su eficacia y, para ello, el molinero con ayuda de una grúa de madera, llamada burro, cada cierto tiempo levantaba la piedra superior y la picaba para crearle la rugosidad necesaria.

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