En una entrada anterior decía que Moal contó con
tres molinos de agua durante el transcurso del siglo XX: el de Santiago, el de
Francos y el de casa Roque, que es actualmente el único que se encuentra en
funcionamiento.
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Entrada de los Reyes en el molino |
El molino de Roque se hizo famoso a raíz de la
concesión del Premio de Pueblo Ejemplar
de Asturias 2.018 a Moal y, especialmente, con la visita que sus Majestades los
Reyes de España realizaron al mismo el pasado 20 de octubre, con el fin de conocer
su funcionamiento.
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Los Reyes observando el pozo |
La visita de los Reyes nos acercó a la historia del
molino y de ahí que ahora retome la entrada para explicar cómo fue su construcción
y cómo es su forma de trabajar.
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Observando la molienda |
El molino fue
construido en el año 1.953 y fue el sustituto de otro más antiguo, que se
ubicaba en el mismo lugar, dotándolo de medios más modernos y de mayor
capacidad de trabajo. Su construcción fue muy difícil ya que no se usó ningún
tipo de maquinaria, utilizándose solo las manos del hombre y la tracción
animal, siendo dos vacas “xuncidas” las que poco a poco iban removiendo el
terreno para luego manualmente poder
extraer la tierra. Como todos sabemos,
está construido en una zona llana y una presa es la que canaliza el agua desde
su nacimiento hasta el molino; siendo otra presa la encargada de evacuar el agua desde el
molino hasta el río, algo que se produce en el fondo del prado de Roque, siendo
una obra compleja de realizar, al haber muy poca pendiente y ser muy difícil
mantener un desnivel constante para que el agua llegase hasta el río por su
propia inercia y que en épocas de crecida también se pudiera extraer el agua y que el molino no se viese afectado.
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Familia Roque posando delante del molino |
El desnivel que el agua necesita para mover los
mecanismos se consiguió excavando un pozo de aproximadamente cinco metros de
profundidad. El agua retenida coge la presión suficiente para empujar las palas
– o rodenos- y mover la piedra que muele el grano. Su funcionamiento es
sencillo: se trata de dos pesadas piedras, traídas ex profeso desde Francia, de forma
circular, que están enfrentadas y apoyadas una sobre la otra; el mecanismo hidráulico hace
girar la piedra superior, donde una tolva va vertiendo el grano en el pequeño
espacio que queda entre ambas piedras siendo expulsado por su parte exterior
debido a la fuerza centrífuga, para ser recogido en un cajón, ya convertido en
harina. La distancia entre las piedras y la velocidad de giro eran controladas
por el molinero, determinando el grosor de la harina, que tras ser cribada
mediante las pineras era depositada
en los fuel.les (sacos de piel de
cabra) para su posterior transporte.
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Rodenos en el pozo del molino |
La fricción entre las dos piedras creaba un desgaste
y una cristalización que mermaba su eficacia y, para ello, el molinero con
ayuda de una grúa de madera, llamada burro, cada cierto tiempo levantaba la
piedra superior y la picaba para crearle la rugosidad necesaria.
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