La Academia de la Lengua Española (RAE), define castro como poblado fortificado en la Iberia romana, si bien en su acepción en asturiano habla de restos de poblados prerromanos.
Asturias contaba en la catalogación que José Manuel González realizó a finales de la década de 1960 con 93 castros. Actualmente hay identificados 265 y es muy posible que el número sea bastante mayor, cuando se realicen todos los estudios necesarios para inventariarlos.
Vista de Los Castrinos y al fondo Moal
Por lo que respecta al concejo de Cangas del Narcea, no se sabe a ciencia cierta el número exacto de asentamientos castreños que tiene, pero según Narciso Santos Yanguas, profesor de la Universidad de Oviedo y autor de un estudio en el año 1987, sobre los castros existentes en el discurrir del río Narcea por el concejo de Cangas, a quién ayudó en el trabajo de campo el vecino de Moal Luis de Reguilón, se tiene constancia de al menos 24 castros, entre los que destacan el de Larón, en cuyo recinto se realizaron excavaciones en el año 1978 que la revista Entrambasaguas recogía entre sus páginas; el de Ventanueva, situado en la confluencia de los ríos Muniellos y Narcea, con una función viaria al estar en un cruce de caminos; el de Tremado de Carballo, que sale frecuentemente en la prensa al denunciar diferentes personalidades su lamentable estado; y el de Valcabo, conocido como el Castiel.lu, en el que son visibles sus fosos defensivos y es obligada parada cuando se realiza la visita turística por el partido de Sierra.
Moal, como adelanté en la entrada de la Ruta de las Cascadas, también cuenta con un castro de la época romana. Se ubica dentro del cortinal de las Corradas, en el paraje conocido como Los Castrinos de Nicetu, al ser esta persona la propietaria durante muchos años de los terrenos donde se asienta.
Vista del castro desde La Chalga
Los Castrinos de Nicetu se sitúan en un promontorio soleado, a mitad del camino real que comunica Moal con Obal.lo, y por encima del Regueiro de la Beiciel.la, divisándose desde su emplazamiento gran parte del pueblo de Moal y el cortinal de La Chalga, lugar por donde tuvieron que salir durante muchos siglos los pobladores de estas tierras, al ser complicado el tránsito por la actual carretera ya que resultaba muy difícil salvar el desfiladero del Trabanco.
El castro en su vertiente norte
Narciso Santos nos cuenta que Los Castrinos son de origen prerromano o romano y que estaban vinculados con la extracción del mineral de oro, aunque probablemente tuvieran también relación con las vías de comunicación romanas. Se encuentran protegidos por un muro de roca, pero en la vertiente norte tienen un teso que hace fácilmente franqueable el castro, por lo que esta zona estaba defendida por un foso y una muralla de piedra caliza, que es la predominante en la zona.
Zona de Muruecos
Los yacimientos que explotaban los pobladores del castro se encontraban en la zona de Veiconde, en donde hace años Manolín de Pasarón descubrió diversos restos arqueológicos y un gran agujero de lo que podría ser un horno, que fue tapado para salvaguardar el ganado y las personas de posibles accidentes. Estos yacimientos tendrían continuidad en Muruecos, donde se realizarían lavados con una profundidad superior a la normal para extraer oro, encontrándose en las inmediaciones varios parajes que delatan, por su nombre, la explotación mineral de la zona como son La Cárcava y La Fana.
Cortinal de Veiconde (Vega del Conde)
En el estudio, Narciso también hace mención de otro Castro, situado a media ladera del camino que desde Moal llevaba a Ventanueva a través de La Chalga (Ayalga), y que se trata del Cogol.lo, un promontorio del que ya hablé en la entrada sobre nombres propios.
Por último decir, que otro punto extractivo de oro se situaba en El Castiel.lu de Farruco, un paraje situado por encima de la carretera que conduce a Ibias.
Una verdadera lástima que todo el patrimonio arqueológico del concejo de Cangas se encuentre en total abandono y que las excavaciones realizadas en algunos asentamientos castreños, como puede ser el caso del castro de Larón, hayan sido tapadas posteriormente, pues a buen seguro que hoy serían un gran aliciente turístico para la comarca.
4 comentarios:
A mí me da mucha pena ver el desaprovechado potencial turístico de tanto yacimiento arqueológico -aunque sólo fuera poniendo un panel informativo y un dibujo recreando el aspecto del antiguo castro- ,que vale poco dinero y que da empaque a una comarca. Como las varias iglesias de origen románico que hay en el concejo de Cangas, que no tienen un mal cartel en la carretera general que permita saber al que pasa por allí de su existencia. O la cascada de Aguas Blancas, que para poder verla hay que caminar por el arcén durante varios cientos de metros, mientras pasan los camiones a toda pastilla a un metro de distancia. Y más cosas...
El desinterés de nuestras autoridades políticas (en cualquier nivel y en cualquier tiempo) por esta tierra del Suroccidente y su patrimonio cultural de todo tipo es evidente. Que, como dice Alto Sil, no haya ni un triste cartel indicando iglesias, castros, parajes naturales,etc, nos da una idea de lo poco que les importa(mos). A cambio, nos tratan de colocar una especie de mini-Port Aventura con toques nativos, en lugar de cuidar, conservar y explotar turísticamente lo que ya tenemos. Con respecto al castro de L.larón, desde la excavación del año 1978 (y en la que también estuvo Juaco López, cangués de pro y actual director del Muséu del Pueblu d'Asturies) no se volvió a realizar ningún otro trabajo de excavación o conservación. Encontrar hoy los restos de las casas o el foso, ocultos por los árboles y la maleza es, para cualquiera no experto o desconocedor del lugar, una odisea. ¡Qué diferencia con el Castelón de Cuaña o el Chao Samartín (descubierto, por cierto, por Pepe El Ferreiro)!
Estoy totalmente de acuerdo con "Alto Sil y Sastre" en cuanto a que faltan los paneles informativos a cualquiera de estos "castrinos", yacimientos arqueológicos, creo que debería hacersele una propuesta a la administración para que solventara este "descuido"... si quiere demostrar que le interesa la zona y mira por ella y sus habitantes, tambien creo que serían positivas estas indicaciones no solo de cara al turismo "que todo viene bien", sino tambien para que los escolares y los adultos conozcan dónde están situados estos tesoros descubran así los entresijos de su zona.
Yo misma estoy sorprendida de que existan estos hallazgos en Moal.
Las señalizaciones, bien sea de carreteras, de monumentos o de paisajes y parajes naturales, son hasta la fecha una causa perdida. Los distintos Gobiernos locales o autonómicos han hecho muy poco por orientar y facilitar al visitante la estancia en la comarca, al faltar señales en los puntos de interés, carecer otras zonas de aparcamiento, o no existir áreas de descanso o recreativas. Esta anómala situación la solucionan echando la culpa de la destrucción de algunos paneles o señales informativas al "lugareño", pero en la mayoría de los casos el problema radica en que dichos paneles no existen, como ocurre con la cascada de Aguasblancas o el castro de Larón, o el tiempo los ha deteriorado hasta el extremo de hacerlos inservibles, como el del "Cortín de Cadenas", que situado entre Moal y Tablizas desde hace varios años, el transcurso de los días lo ha deteriorado tanto que es prácticamente ilegible, con lo cual además de no ser útil, da una imagen de abandono y desidia total.
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