viernes, 31 de julio de 2020

Recorrido histórico por una gran casa solariega, la Francos de Moal

La casa mas importante de Moal fue durante varias generaciones la de Francos, casa a la que le da nombre un apellido familiar  que algunos vecinos indicaban que podría venir del país vecino, Francia, al igual que Moal, cuyos orígenes se relacionan con la Bretaña francesa, donde hay muchas personas que se apellidan Moal. No obstante, algunos estudios heráldicos también sitúan el origen del apellido en el vecino concejo de Tineo, donde hay un pueblo, y parroquia, con el nombre de Francos.

Casa Francos en la actualidad
Esta entrada me hubiera gustado haberla hecho hace unos pocos años y así poder contar con la colaboración de Susana de Francos, pero el tiempo nos ha jugado una mala pasada y nos la ha arrebatado demasiado pronto, cuando estaba en la juventud de la vida y disfrutando en cuanto tenía ocasión de su casa, su gente y su pueblo. Por eso, este pequeño trabajo va dedicado a Susana, que espero me perdone, allá donde esté, si hay alguna incorrección con las fechas.


Rosa, Susana y Julian en 2013
La primera mención que encontré de la casa Francos se remonta a 1.774, año en el que fallece en Moal Silvestre Martínez Francos. En los años precedentes no se encontraron referencias al apellido, por lo que nos lleva a pensar que bien pudiera ser foráneo y que Silvestre fuese el primer Francos de Moal

El  primer padrón que se conserva de los estados nobles y pecheros del concejo de Cangas del Narcea (Cangas de Tineo hasta 1.927), data del año 1.787 y en el mismo figura como propietario de la casa Don Diego Martínez de Francos, que figura como empadronador noble y sus hijos Francisco, José y Antonio como hidalgos notorios. En dicha relación, el resto de las personas citadas, vecinos del pueblo, aparecen sin el “Don” y todos son considerados hijosdalgo, por lo que podemos apreciar la diferente posición social que ocupaban los moradores de dicha casa.

En el año 1.808, es Francisco Martínez Francos quien aparece como el titular de la casa así como empadronador noble, el cual tiene cuatro hijos: José, Antonio, Manuel y Valentín. En el mismo domicilio también figuran los hermanos de Francisco: Don José y Don Antonio. Todos ellos, hijos y hermanos, tienen la consideración de hijosdalgo notorios.

En el año 1.824 es D. Francisco Francos de So el monte,  quien aparece como el cabeza de familia , continuando como empadronador noble. También figura en la lista su hermano Don José; sus hijos José, Antonio, Manuel y Valentín, y sus nietos Francisco y Segundo,  hijosdalgo notarios. El resto de los vecinos citados siguen apareciendo como hijosdalgo. Se desconoce por qué del año 1.815 al 1.824 Francisco pasa de  tener los apellidos Martínez Francos a ser Francos de So el monte, pues como podemos apreciar el apellido Francos  iba en los ascendientes precedido por el Martínez Ocurre lo mismo con otra familia de Moal, ya desaparecida, que por aquellas fechas emparienta con los Francos. Se trata de los Fernández de Soelmonte o Solmonte, que acaba prescindiendo del Fernández para quedarse como primer apellido con el Solmonte.

Hay que hacer mención en este punto, a una entrada que hice en el año 2.010 en la que hacía mención al cura de Moal, y en la que comentaba que el Archivo Histórico Nacional me había remitido un documento en el que figuraba Francisco Antonio Fernández de Soelmonte, presbítero natural de Moal, que en el año 1.748 solicita el título de abogado. Si nos fijamos en el apellido del cura (Soelmonte), es el mismo que aparece en el año 1.824 de la mano de D. Francisco , con lo que bien podríamos relacionar ambos apellidos y considerar que la familia del cura pudo formar parte de la casa Francos, aunque probablemente de forma indirecta.

En el año 1.866 el dueño de la casa es D. José Francos, casado y con 67 años, siendo su mujer Antonia de Llano Flórez de 68 años, y su hijo Francisco, viudo de 44 años, que a su vez tiene un hijo llamado Laureano –Francos Suarez- de 15 años. En dicha relación ya figuran también tres criados: Antonio Collar, soltero de 45 años, Manuel Fernández, soltero de 46 años y Claudio Álvarez, también soltero de 18 años. José Francos fue un conocido cazador de osos de la época, que según cuenta la historia los mataba a navaja, obrando en su poder varios osos cazados
.
En el año 1865 sólo 5 personas de Moal tenían derecho a voto, siendo una de éllas José Francos García, que pagaba una cuota de contribución de 45 escudos. Los otros 4 pagan entre 20 y 27 escudos, pues quien contribuía con menor importe, o era mujer, no tenía derecho a voto.

Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo de febrero 1907, en el que figura Laureano como actuario del Juzgado de Cangas
El 18 de septiembre de 1.884 sabemos que Laureano, que contaba con 33 años,  es abogado, reside en la villa de Cangas y  contrae matrimonio con María de la Encarnación de Ron Rocha, con la que tuvo tres hijos : Encarnación Francos Ron (16-10-1885), José Francos Ron (13-03-1887) y Dolores Francos Ron (22-05-1888). Además, como clase pudiente de la época, tenía dos sirvientas: María Martínez, natural de La Nisal y Pilar Menéndez de El Cascarín. También sabemos que tiene otras dos hermanas: Liboria y Carlota y, aunque es el hermano del medio, como “muirazo” se queda con la casa, a pesar de estudiar derecho y no volver a vivir a Moal tras terminar la carrera, cosa que acontece en torno a 1880. Por lo tanto, el padre de Laureano, Francisco, es el último de los Francos que vive en la casa.

Por otro lado Francisco Francos Llano, padre de Laureano,  sale elegido con 62 años concejal en el ayuntamiento de Cangas, por el Colegio de Vega, tomando posesión del cargo el 1 de julio de 1.885 para el bienio que lleva a 1.887. Sin embargo,  también sabemos que su paso por el ayuntamiento fue motivo de controversia, pues en julio de 1.894 el ayuntamiento celebra una sesión para acordar quién era responsable de las cantidades que al parecer adeudaba el consistorio, por consumos y alcoholes desde 1.887 hasta 1.890, declarando culpables a todos los que fueron concejales en los referidos años, excepto a Francisco Francos. El Eco del Occidente (1) recoge en sus páginas que: 
  • “En la sesión que el Ilmo. Ayuntamiento de esta capital celebró en el día 17 de los corrientes (17-07-1894) , entre varios asuntos que se trataron, acordose declarar responsables de la cantidad que se dice que se adeuda por consumos y alcoholes de los años 1887 al 1890 a los que fueron concejales de dicho ayuntamiento en los referidos años con la excepción a eximir de responsabilidad por los conceptos indicados, al concejal que fue D. Francisco Francos, padre del presidente del comité fusionista  D. Laureano……………En la sesión de anteayer se aprobó el acta y no deja de llama muy poderosamente nuestra atención el que se haya exceptuado al concejal don Francisco Francos, de Moal, cuando en el dictamen del 2 de noviembre citado se le exigía responsabilidad como a los demás, y no sabemos que la condición y circunstancias del Sr. Francos hayan cambiado desde el 2 de noviembre hasta la fecha del acuerdo.”
Todo parece indicar que en el ayuntamiento hubo un desfalco, para lo cual se abrió una investigación de la que fue apartado Francisco. Si bien Francisco había fallecido en 1888, siendo el último de la dinastía que vive en Moal, la queja del periódico bien podría estar relacionada con el hecho de que el hijo de Francisco, Laureano, era presidente del comité fusionista de Cangas, es decir del partido liberal-fusionista, creado por Práxedes Mateo Sagasta y que por aquellos años (tal vez no hayamos cambiado mucho) los periódicos tenían todos un claro carácter político.

Laureano se casa con Encarnación de Ron Flórez y el matrimonio tiene tres hijos: María Josefa (16/10/1885), José (13/03/1887) y Dolores (22/05/1888). Al tener un varón , José, debería ser el heredero de la casa de Francos, pero no sabemos por qué causa las propiedades, tanto rústicas como urbanas, pasan a manos de su hija mayor María Josefa, que a principios del siglo XX se casa con Humberto de Ron Rocha (1879-1936), también abogado y residente en la villa de Cangas. La familia Ron fue uno de los linajes más destacados del concejo de Ibias entre los siglos XVII y XVIII, siendo señores de los cotos de Marentes y Sena, así como de las villas de Cecos y San Antolín. El palacio de los Ron fue el símbolo de un poder que lograron mantener hasta finales del siglo XVIII, cuando aún tenían el privilegio de nombrar alcaldes en sus dominios. El palacio se sitúa sobre una loma que domina en altura a Cecos y su iglesia parroquial, ubicándose en sus cercanías el pueblo de Lagüeiro, que en el siglo XVIII se consideraba un arrabal de Cecos. El último propietario perteneciente a la familia fue precisamente  Humberto de Ron y Rocha, aunque fue su viuda quien, tras la muerte de Humberto, lo vendió al arquitecto Cangués José Gómez del Collado (2).

Panteón familia Ron y Francos en el cementerio de Cangas
En el repartimiento  que se hace entre los años 1893/ 1894, y en el que figuran 41 vecinos del pueblo de Moal, la casa de Francos figura con los siguientes linderos: Este camino Real; Norte y Oeste caminos servideros de la casa; Sur huerto de la casa. Por otro lado la capilla, situada entre la casa y el camino principal del pueblo, pero con entrada por este último, se desconoce si era propiedad de la familia o del pueblo, pues los límites de la misma tampoco nos aclaran mucho pues lindaba al Sur con el camino Real, al Norte y Oeste con el corral de la Capilla y al Este con terreno de la misma.


Capilla de casa Francos, reformada por la familia.
Laureano ocupó el cargo de Secretario titular del Juzgado de Instrucción de Cangas  y en 1.902, año en que se funda la Sociedad de Artesanos de las fiestas del Carmen, encargada de celebrar cada 16 de julio La Descarga, se convierte en su primer presidente, cargo que sigue ocupando en 1912.

A principios del siglo XX  sabemos que la casa sigue siendo propiedad de Laureano y que en la relación de contribuyentes que se realiza para pagar los impuestos al Tesoro del Estado tiene que hacerlo abonando  211,99 pesetas anuales. El siguiente de Moal que más contribuye, lo hace con 83 pesetas. Al mismo tiempo decir, que el total de la riqueza rústica, pecuaria y urbana de la casa Francos ascendía a 1.051 pesetas y la siguiente del pueblo era de 411.

Laureano Francos fallece en abril de 1915 y El Distrito Cangués recoge en sus páginas la noticia de su fallecimiento en su edición de mayo:
  • “En las últimas horas de la tarde del día 20 del pasado mes de abril dejó de existir en esta villa el prestigioso cangués D. Laureano Francos, actuario del Juzgado de Instrucción de este partido.
  • Dos meses hacía que el Sr. Francos se hallaba bastante enfermo, y aunque la gravedad de su enfermedad era mucha, no por eso sorprendió menos el funesto desenlace, como sorprende siempre que se trata de una persona a la que de verdad se quiere.
  • El carácter afable y cariñoso de don Laureano, su gran amor a Cangas y la caballerosidad con que siempre procedió en todos los actos de su vida, le habían granjeado la estimación, el respeto y el cariño de todos los vecinos, que exteriorizaron su sentimiento acudiendo a casa del finado a testimoniar su pésame a su viuda e hijos y acompañando, en la tarde del 21, los restos mortales hasta su última morada.
  • Todos los socios de la Sociedad de Artesanos de Festejos del Carmen acudieron a rendir el postrero tributo al que durante muchos años les presidió, reflejándose en el rostro de todos el gran pesar que sentían por la pérdida del querido presidente.
  • Descanse en paz don Laureano Francos y reciban su apenada viuda, Dª Encarnación Ron, y sus hijos y demás familia el testimonio de nuestro hondo pesar.”
Durante varios años los dueños de la casa Francos delegan en los criados para que lleven las tierras y cuiden de la casa, pero durante los primeros años del siglo XX meten de casero a Juan Marrón Fernández. Juan, que había nacido en Gillón en 1873,  se casa en 1906 con Agustina Lago Menéndez, que procedía de casa Baragaño, si bien era nieta de Ramona Francos García, a su vez hermana de José Francos García, abuelo de Laureano. Por lo tanto, aunque Agustina ya había perdido el apellido Francos, por seguirse siempre hasta fechas recientes la línea paterna, Agustina llevaba sangre de los Francos, transmitiéndola también a sus hijos, nietos y a su actual biznieto Julián. Juan y Agustina tuvieron tres hijos: Manuel (1907-1945), Marcelino (1914-) y Primitivo (1916-).

Laureano paga la contribución rústica en 1912, 1913, y aunque fallece en 1915, sigue a su nombre y por lo tanto pagando las de 1917 y 1918.  A partir de 1918 es Humberto quien se hace cargo de la contribución rústica, pues si bien su domicilio radica en la calle Uría de Cangas del Narcea, en el Libro de Contribuciones figura que cotiza por Moal entre 1933 y 1942, aunque había fallecido en 1936. No obstante Laureano y su yerno Humberto empezaron vendiendo las tierras y prados y conservando la casa y el prado de la puerta, que como queda dicho llevaba como casero Juan Marrón que, si bien había iniciado los contactos para la compra de la casa en 1932, esta no se materializó hasta la muerte de Humberto.

Mario Gómez transcribe en La Maniega (3) el recorrido que realiza por todos los pueblos del concejo de Cangas y al hablar de Moal hace la siguiente mención referida a la casa Francos:
  • Tiene en medio una gran casa, que es la solariega de los Francos de Moal, de gran nombradía y de la que salieron algunos alcaldes de Cangas. Don José Francos, abuelo de nuestro amigo y consocio Pepe Francos, mataba los osos a puñal, clavándoles éste en el corazón, teniendo que ceñirse entre sus brazos cuando aquéllos le abrazaban para morderle y destrozarle. Era un valor a prueba y fueron muchos los osos que él mató. En el patio de esa antigua casa de los Francos, hay una capilla dedicada a San Juliano, donde se celebra una concurrida romería
Las propiedades mas importantes de la casa Francos con los propietarios actuales son las siguientes: prado de Pepe Juaco, junto a casa el Ferreiro; parte del prado de Saturno; la mitad de los prados de la puerta de Roque, Campo y Mingo; varias tierras en La Veiga; el Pascón o prado de la puerta de Francos; un trozo del prado del Huerto de Cadenas; prado de la puerta de Baragaño; prados de Moruecos de Francos y Baragaño; prado Las Azoreras del Pinche ( hoy de Emilio); prados de Castelao y de Chinón de Panzaleichas; prado Rucabo de Baragaño; prado El Palenque; la mitad del prado de Prao Nuevo de Mingo. A todo ello hay que sumar varias fincas repartidas por el resto de cortinales.
Familia Mingo en la cuesta del Lavadero. Al fondo hórreo de Francos
Fiesta de San Juliano en el prado de Francos
A la muerte de Laureano, Humberto de Ron sigue pagando la contribución urbana entre 1920 y 1936, año en que fallece y precipita la venta de la casa y del Pascón a Juan Marrón, que empieza a figurar como contribuyente de urbana en 1940.

Manuel Marrón Lago, el primogénito de Juan y Agustina, y por lo tanto el moirazo de la familia fallece en 1945.  Primitivo hereda la casa y contrae, años después, matrimonio con Rosa, natural de Moncó, con la que tiene tres hijas: Clara, Paz y una tardía Susana, tres hermanas que tienen un triste final de sus vidas, pues Clara y Paz, junto con su prima Maruja y sus primos Emilio y Luis sufren un accidente de tráfico en febrero de 1977 y fallecen las tres chicas, creando una gran conmoción no solo en Moal sino en todo el concejo y en Asturias.
Familia Francos, Reguilón y Nieves de celebración familiar
Susana, que tenía dos años y medio cuando se queda sin hermanas, se cría en Moal junto a sus padres y cuando llega la hora de ir a la Universidad marcha a estudiar Filología Inglesa en Oviedo, período en el que sufre la pérdida de su padre. Terminada la carrera consigue una plaza de profesora en Cádiz y para tierras andaluzas marcha a trabajar, acompañada por su madre. Allí conoce a Agustín con quien se casa y tienen un hijo, al que su amor por el lugar que la vio nacer le hace ponerle Julián, en honor del patrón de Moal.

La vida es muchas veces injusta y mucho mas con determinadas familias, pues en 2017 Susana contrae un cáncer de mama y fatídicamente fallece en 2019 con solo 42 años.
Susana en San Juliano de 2013
Como ya he dicho anteriormente este pequeño trabajo va dedicado a Susana, una mujer abierta, sonriente y amante de su terruño, a la que tengo la plena certeza de que estaría encantada de colaborar para que esta entrada fuera mucho más exacta en su contenido.

Por último decir que el apellido Francos lleva muchos años desaparecido en Moal, pero se mantiene en Cerredo (Degaña), a donde fue llevado por Ramón José Francos y Llano, hermano de Francisco, que se casó en dicha localidad con Juana Álvarez Rosón. Ramón José fue a dar a Cerredo porque en esta localidad estaba destinado como cura un tío suyo, también de casa Francos, llamada Manuel Antonio Francos García.

Nota: Quiero mostrar mi agradecimiento a Naciu Reguilón y al equipo que trabaja en el Archivo Municipal de Cangas del Narcea, personificado en Marta Veiga Fontaniella, por toda la información que me aportaron para realizar esta entrada, pues sin su ayuda sería imposible llevarla a la práctica.

(1).- El Eco de Occidente, 31 de julio de 1894, página 36.
(2).- BOPA núm. 43 de 22/11/2016, página 7
(3).- La Maniega, número 27 de agosto/septiembre de 1930, página 8.

13 comentarios:

Lola Copla dijo...

Un precioso homenaje a nuestra querida Susana que seguro lo está viendo.

Agustín dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Sdsr dijo...

Me encantan tus artículos, se nota que los trabajas y mucho. Además, en éste caso aún más por ir dedicado a Susana como un pequeño homenaje.
Gracias!

Sdsr dijo...

Se me olvidó decirte que soy Araceli. jajaj

Isabel Pasarón dijo...

Qué bonito recuerdo para cuando lo lea Julián. A Susana le hubiera encantado seguro. Echo de menos los veranos de charlas con ella y Agustín sobre nuestras anécdotas de profes (estudiamos Filología Inglesa, como Nacho el de Abel y David el de Agustina), sobre vivir en el sur, lo difícil que fue,donde trabajamos como profes de inglés y encontramos la felicidad, sobre nuestros hijos, más o menos de la misma edad, me animaba durante la recuperación de mi enfermedad....la vida es muy injusta, pero sé que la disfrutó mucho a diario en el sur junto a sus amores, y cuando iba a Moal, respirando esa paz que ella contaba.
Son preciosos estos reportajes, Jose.

E&I BLOG dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Jose de Mingo dijo...

Siempre intenté que mis entradas fueran respetuosas con las personas y francamente creo que lo conseguí en estos trece años de blog.
Con tal fin, desde que lo inicié, pedí respeto en los comentarios, pues es la forma de que todo marche bien y de poder seguir adelante.
No pretendo generar polémica sobre asuntos de índole particular. Esta entrada la escribí por la importancia que tuvo la casa Francos y como homenaje a Susana. Por lo anteriormente dicho, retiro dos comentarios que generan controversia y espero que las partes afectadas entiendan mi proceder.

Carlos Alonso dijo...

Siempre recordaré el día que con 17 años y poco mundo recorrido, me mandan para Oviedo a tramitar el cambio de expediente de la Universidad. Cuando llego allí, por azar me encuentro en la estación con Susana, me ve perdido, por lo que sin pedírselo se vuelve conmigo y me lleva a los distintos edificios y oficinas donde gestionar el papeleo (no era fácil). Acabado el trámite regresamos los 2 en el ALSA para Moal.

Creo que estos hechos puntuales son los que demuestran el valor de las personas y vaya aquí mi homenaje para ella

Sdsr dijo...

Animo Jose Antonio, borrón y cuenta nueva. Sigo diciendo que me encantó tu relato.
Araceli.

E&I BLOG dijo...

Hola Jose, te escribe en nombre de Rosa, actual propietaria de la casa de Francos, cómo sabes.
Soy Luis, uno de sus sobrinos.
Le he leído tu trabajo y le ha encantado, esta de acuerdo con todo lo escrito, de la historia más reciente, conoce en primera persona de la que como te he dicho esta de acuerdo completamente con la presentación.
Muchas gracias sobre todo, me dice , por la dedicación que le haces a Susana para mantener vivo su recuerdo .
Un abrazo .

E&I BLOG dijo...

Hola Jose, soy luis uno de los sobrinos de Rosa, actual propietaria de la casa de Francos, cómo sabes.
Te escribo en su nombre para darte las gracias por el extraordinario trabajo que has realizado del que ella es partícipe en estos últimos años de la historia y que está de acuerdo en todo lo que escribes .
Muchas gracias y sobre todo gracias por el bonito recuerdo que haces de Nuestra querida Susana.
Un saludo .

Mª Isabel Martínez Alonso (Maribel de Riguilón) dijo...

Hola Jose. Soy Maribel de Riguilón y familia de los de Francos pues mi madre es hija de Manuel, el mayor de los hijos de Juan Marrón, y aunque no fuera reconocida oficialmente siempre nos tratamos como familia y como tal siempre nos quisimos y apreciamos mucho.
Quería darte las gracias por un trabajo tan profundo, amplio, contrastado y bien documentado y sobre todo por dedicárselo a Susana, porque ella se lo merecía todo por ser la persona maravillosa que era y por dejarnos tan pronto sin apenas tener tiempo de disfrutar sus grandes logros personales como un futuro profesional y haber constituido una feliz familia bendecida con la llegada de Julian. Sin duda su mejor obra.
Toda la familia es merecedora de este homenaje. Tivo por ser una persona íntegra, fuerte, honesta, campechana. Clarina y Pacita por ser la belleza y juventud truncada. Rosa por ser el timón de la familia y la madre coraje. Julian por ser el testigo y el rostro de todos ellos, Y Agustín, el marido de Susana que espero que pronto recupere fuerza para volver a disfrutar, amar y cuidar la casa de Francos como la disfrutó, amó y cuido Susana.

Mª Isabel Martínez Alonso (Maribel de Riguilón) dijo...

Hola Jose. Soy Maribel de Riguilón y familia de los de Francos pues mi madre es hija de Manuel, el mayor de los hijos de Juan Marrón, y aunque no fuera reconocida oficialmente siempre nos tratamos como familia y como tal siempre nos quisimos y apreciamos mucho.
Quería darte las gracias por un trabajo tan profundo, amplio, contrastado y bien documentado y sobre todo por dedicárselo a Susana, porque ella se lo merecía todo por ser la persona maravillosa que era y por dejarnos tan pronto sin apenas tener tiempo de disfrutar sus grandes logros personales como un futuro profesional y haber constituido una feliz familia bendecida con la llegada de Julian. Sin duda su mejor obra.
Toda la familia es merecedora de este homenaje. Tivo por ser una persona íntegra, fuerte, honesta, campechana. Clarina y Pacita por ser la belleza y juventud truncada. Rosa por ser el timón de la familia y la madre coraje. Julian por ser el testigo y el rostro de todos ellos, Y Agustín, el marido de Susana que espero que pronto recupere fuerza para volver a disfrutar, amar y cuidar la casa de Francos como la disfrutó, amó y cuido Susana.

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