Dice el refrán que "tener amigos es bueno hasta en el infierno" y no es que Manolín del Xastre esté precisamente en el infierno sino en Madrid, aunque si por él fuese seguró que donde más ratos le gustaría pasar es en su pueblo natal de La Viliel.la. Manolín y yo todavía no nos conocemos, aunque si todo marcha según lo previsto nuestro primer encuentro personal tendrá lugar el próximo sábado, en la reunión de blogueros del Lejano Oeste que vamos a celebrar en Gedrez -
Xedré-. No obstante, gracias a internet llevamos una "larga" temporada manteniendo una relación virtual -como el gusta decir de ciberfilandón-, que ha generado en una buena amistad. Manolín siguió en su momento todos los post que publiqué sobre la toponimía en general, pero especialmente la que atañe a la decisión del nombre de los pueblos del concejo de Cangas del Narcea y muy particularmente la de
Moal/Mual. Hace unas fechas me envió un correo en el que me comunicaba que había hecho un seguimiento del procedimiento que se usó en Cangas para la revisión toponimica, así como los pasos que marca la Ley. De modo resumido, esos pasos son los siguientes:
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Cartel indicador del pueblo |
1.- Solicitud de inicio del expediente por parte del Ayuntamiento y resolución de la Consejería de Cultura comenzando los trámites.
2.- Comprobaciones de la Junta Asesora de Toponimia (JAT) sobre el terreno, con personal propio o ajeno. El Ayuntamiento puede aportar informes y expertos propios.
3.- Celebración de las sesiones necesarias de la JAT en el Ayuntamiento con representación municipal y de personas conocedoras de la toponimia local.
4.- La Junta Asesora emite una primera propuesta que envía al Ayuntamiento.
5.- El Ayuntamiento dispone de un plazo máximo de dos meses para hacer observaciones. Puede optar por: a) Estudiarla internamente; b) Hacerla llegar a asociaciones vecinales y culturales o c) Exponerla públicamente para recibir alegaciones dentro de un plazo.
6.- Una vez que el Ayuntamiento aprueba la propuesta (modificada o no), la envía a la Junta Asesora, la cual emite un dictamen definitivo que vuelve al Ayuntamiento.
7.- Un Pleno del Ayuntamiento aprueba el dictamen y envía a la Junta Asesora una copia del Acuerdo.
8.- La Consejería tramita el Decreto, el Consejo de Gobierno lo aprueba y se publica en el Boletín del Principado.
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Vista de Moal |
Hasta aquí la teoría. Y ahora las impresiones que Manolín aporta sobre el tema:
No pongo en duda la labor de la Junta Asesora de Toponimia en sus trabajos de recogida de nombres en los pueblos. Pero me cuesta mucho más poner en duda la palabra de los vecinos de Möal y la tuya propia cuando es tan unánime la afirmación de que nadie pasó por allí entrevistando a los vecinos. La única explicación que se me ocurre es que la persona que los informó, viendo la disconformidad de sus vecinos haya optado por no darse a conocer.
La actitud del Ayuntamiento es cosa aparte. La solicitud de revisión fue hecha por el Ayuntamiento posiblemente en 2005 (no puedo asegurarlo con exactitud). Hacia octubre de 2006 recibe el Ayuntamiento la primera propuesta de la JAT, que queda olvidada en algún cajón hasta el 27 de septiembre de 2007, que es cuando se aprueba en el Pleno la propuesta de la JAT. Por tanto, ni fue enviada a las asociaciones ni se sacó a información pública para que los vecinos del concejo hiciesen las alegaciones que considerasen oportunas.
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Jóvenes de Möal en 1965 |
Creo que, teniendo en cuenta la falta de información a los vecinos, podríais reclamar la revisión del nombre oficial a la Consejería de Cultura y Turismo (a la Dirección General de Política Lingüística, que dirige Consuelo Vega Díaz). En estos casos es más recomendable hacerlo a través de una asociación vecinal o de no haberla, con un escrito firmado por los vecinos. Si no recuerdo mal, Mónica, del Serviciu'i Normalización L.lingüística del Ayuntamiento, dijo que podría poner a vuestra disposición el expediente del cambio. Lo considero mejor solución en primera instancia que la pintura, que sólo es temporal (pintura-cambio de cartel, pintura-cambio, y así hasta que una de las dos partes se canse), poco estética y costosa en material. Eso sí, en caso de no ser atendidos..........
Y, a riesgo de parecer egoísta y soberbio, pienso que "mi" solución Möal evitaría estos problemas. Lo malo es que esa grafía para ese sonido aún no existe gramaticalmente.
Manolín se hace una serie de preguntas en el hipotético caso de que los vecinos decidiesen celebrar un referendum, así como una serie de observaciones sobre los sentimientos personales:
- ¿Quién estaría "legitimado" para decidir el nombre del pueblo o votar en una posible consulta? ¿Deberían de ser sólo los empadronados en el lugar? Esto dejaría fuera a todos aquellos nacidos en Möal que viven (vivís) fuera, y que tendríais, según mi criterio, perfecto derecho a ello, siendo no sólo vuestro lugar de nacimiento sino también el de una gran parte de los ascendientes. Si hubiese pasado algo así en La Viliel.la, me hubiese gustado poder decidir.
Pienso que en estos asuntos es tan difícil poner de acuerdo a todo el mundo porque, más que el razonamiento frío, es la emoción y los sentimientos lo que está en juego. Y contra éstos, no hay argumentos que valgan. Pero sí me fijé en lo que me dijiste sobre la moderación de los comentarios. Esta vez parece que la "ciclogénesis explosiva" topónimica se quedó en poco más que una tormenta fuerte pero breve.
Ayer le escribí a María del Roxo porque tuve noticias de que en Ibias solicitaron la revisión de los nombres. Espero que allí hagan las cosas como es debido y pongan lo que los vecinos deseen.
Ya se que la reiteración de ciertos temas puede resultar "pesada" para los lectores y este nuevo post, si no me equivoco, es el cuarto que publico sobre el cambio de nombre de
Moal/Mual, pero el trabajo de Manolín es tan importante y esclarecedor que sería una irresponsabilidad por mi parte no divulgarlo. Los pasos a seguir, si no se está conforme con la decisión adoptada por la Junta de Toponimia, creo que son suficientemente claros y concisos, ahora, la decisión final sobre qué hacer compete exclusivamente a los vecinos.