El esfuerzo de sus habitantes, con sus asociaciones al
frente, para darse a conocer y mantener el dinamismo con las diversas
actividades; la más conocida sin duda la carrera por montaña “Puerta de
Muniellos”, pero no la única: amagüesto, hoguera de San Juan, San Juliano, son
otros ejemplo de ellas; no pasan desapercibidas para el resto de población que
no dudan en acercarse a conocer este rincón del Concejo.
Esta
festividad de Semana Santa, Moal acogió a una gran afluencia de turistas
deseosos de caminar por sus rutas, empaparse del encanto del entorno y seguro
que la zona no les ha defraudado. Poco a poco se aprecia el interés por el
territorio, sin duda una buena noticia para el sector turístico. Con la llegada del buen tiempo, es habitual ver la plaza del pueblo transformada en improvisado
aparcamiento para los vehículos.
Vecinos afincados fuera de Moal por diversos
motivos, pero amantes de su tierra que aprovechan la temporada vacacional para
disfrutar y empaparse de ese sentimiento que tan bien nos describe David el de
Agustina en su artículo.
Solo un
escenario como el de un pueblo puede romper el estereotipo de la infancia en la
sociedad actual. Casi una veintena de niños jugando juntos en bicicletas, al
balón o corriendo; ajenos a móviles, tablets o televisiones. Únicamente con las
prisas y el estrés que les genera el poder aprovechar al máximo su tiempo libre
en Moal.
Calles con paseantes, reuniones familiares, corrillos de vecinos, el bullicio de los niños, muestran que Moal es un "pueblo vivo".
2 comentarios:
A pesar de ese declive poblacional que viene sucediéndose año tras año, es cierto, como bien escribes Jose, que gracias al saber hacer y sobre todo al querer hacer de sus habitantes, Moal es un pueblo que se mueve, que lucha por mantenerse en pie y por hacerse un hueco en la historia del concejo y de Asturias.
Ojalá que el actual espíritu de unión y trabajo se mantenga durante muchos años, porque mientras sigan esos valores el futuro está garantizado.
Viva Moal
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