Que el ingenio del paisano que vive en el medio rural es superior al de los urbanitas es algo que pocos podemos poner en duda. Los escasos medios con los que cuenta en muchos momentos y la dificultad para conseguirlos cuando se necesitan, lo han obligado a ingeniárselas para salir del apuro.
El suroccidente de Asturias es una zona abrupta, en la que durante muchos años ciertas tierras de labor se cultivaban haciendo bancales o terrazas. Hoy en día los únicos bancales que podemos apreciar son los de los viñedos situados en los valles del Narcea e Ibias y, esporádicamente, algunas huertas que todavía se conservan en las proximidades de los pueblos. El resto han quedado abandonados y la maleza y caída de las paredes los han deteriorado hasta el extremo de hacerlos en muchos casos irreconocibles.
Pues bien, para acceder al bancal, algunos paisanos a la vez que construían un muro para evitar la caída de la tierra, hacían sobresalir de la pared algunas piedras planas y rectangulares, con lo que acondicionaban unas escaleras para subir a la huerta, subida que en algunos casos resultaba tan complicada para ciertas personas, que antes tenían que hacer un curso de malabarismo o desistir del intento.
Pues bien, para acceder al bancal, algunos paisanos a la vez que construían un muro para evitar la caída de la tierra, hacían sobresalir de la pared algunas piedras planas y rectangulares, con lo que acondicionaban unas escaleras para subir a la huerta, subida que en algunos casos resultaba tan complicada para ciertas personas, que antes tenían que hacer un curso de malabarismo o desistir del intento.
Las fotografías que ilustran esta entrada muestran el acceso a dos pequeños huertos en forma de bancal, situados en Moal y alrededores. ¿Conocéis más bancales?, ¿dónde?. Por de pronto ¿qué os parece si subimos por los peldaños?.
3 comentarios:
En la casa donde yo nací en el Villar, hay dos escaleras de esas, por cierto bastante peligrosas, más de una vez me caí de ellas.
Si al observar la primera fotografía ya me resultaba dificil imaginar la aventura de trepar por esas escaleras, en la segunda me parece imposible de todo punto subir por ellas sin caerme de bruces, yo como mínimo necesito una barandilla.
Supongo que esta ocurrencia genialidad o talento solo puede darse en el medio rural donde la gente está acostumbrada a "sacarse por si mismos las castañas del fuego", no me imagino a ningún urbanita construyendo algo con esa perspicacia y maestría, y mucho menos encaramarse por ellas, ascendiendo y descendiendo sin romperse la crisma.
La última foto, yo la situaría en la huerta de "casa Nieves", tendré que probar a auparme agarrando una buena vara por ver si soy capaz de llegar arriba entera la próxima vez que vaya a Moal.
esta primera la haria genaro pa que alicia suba alas berzas eh jose, pero tiene que tener equilibrio,lourdes mas te vale no intentarlo,si te paras a pensarlo que ideas tenian eh,y subian por ellas como chispas.un saludo desde moal.telvi
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