miércoles, 4 de noviembre de 2009

Ayer y hoy

Hay un dicho que dice, que una imagen vale más que mil palabras, y si bien en muchos momentos la información que nos aporta una fotografía dificilmente se podría describir con mil palabras, otras veces una simple palabra puede ser más elocuente que una mala imagen. Un ejemplo lo podemos encontrar en determinados aseos públicos donde al leer "hombres" o "mujeres" sabemos perfectamente en qué puerta tenemos que entrar y sin embargo, un mal anagrama en la puerta nos conduce en determinados momentos a entrar en el aseo equivocado o a vacilar durante un buen rato.

Pues bien, en esta entrada hay dos fotografías por un lado y otras dos por el otro, sacadas desde prácticamente el mismo lugar. Las que están en blanco y negro tienen una antigüedad próxima a los 40 años y las otras dos fueron realizadas durante la primavera-verano que acabamos de pasar.

Las diferencias entre las cuatro fotografías son palpables. Calles y caminos asfaltados o encementados actualmente, se encontraban hace unas décadas llenos de barro y con grandes charcos de agua; los perros que antaño andaban sueltos y sin el control de sus propietarios hoy ya no campan a sus anchas y las casas que en el pasado estaban desconchadas, han mejorado no sólo su estética exterior sino también interior, gracias a las reformas que sus propietarios acometieron para dotarlas del confort que requieren los tiempos actuales.

La evolución en las últimas décadas ha sido tan grande que sólo las personas que rondamos los cincuenta años o las que los sobrepasan, se acuerdan del barrizal que se formaba en Moal, especialmente en el barrio del Chamazu, palabra que en asturiano significa exactamente eso: "barrizal" y en donde están tomadas las dos primeras fotos, motivo por el cual la gran mayoría de los vecinos tenían que calzarse unas botas de goma, para poder desplazarse por el pueblo sin temor a mojarse los pies o a enterrar las madreñas entre el barro.

El "chamazu" obligó durante muchos años a que los vecinos, tras la preceptiva "xunta", acudieran a caminos provistos de "rodos" y palas de arena para retirar el barro del centro de la calle y apilarlo en las orillas. El problema residía en que cuando se tiraba una temporada lloviendo, el barro inundaba de nuevo la calle y se volvían a producir nuevamente los problemas para transitar. La vida por aquélla época era tan de subsistencia, que algunas casas que carecían de ganado y por lo tanto de "cuito" o estiercol, troceaban entre el barro al lado de sus casas, "xiñestas" que posteriormente transportaban a las tierras de labor, para poder aprovecharlas como abono.

Termino como empecé, dudando que las fotografías que ilustran este post tengan más valor que mil palabras, máxime si vuestra aportación permite conocer un poco más de los aconteceres que los sufridos paisanos tuvieron que padecer con el barro, en muchos pueblos de nuestra comarca.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Jose es verdad que si miramos para atras, cuanto se prospero afortunadamente eh,tambien con el alumbrado, que antes te tropezabas de noche con el vecino y no lo conocias, y como eso muchisimas cosas,esperamos nos siguas poniendo cosas de esas que prestan un monton Un saludo. telvi

María del Roxo dijo...

A veces suspiramos por un pasado perdido sin darnos cuenta de las muchísimas dificultades y miserias de la vida diaria entonces.

El progreso, si va a la par que la protección al medio natural, resulta imprescindible para que nuestros pueblos no se queden vacíos y su gente tenga un nivel de vida tanto o más confortable que los habitantes de grandes núcleos.

En este caso... viva el asfalto!

PEPE B: dijo...

Las fotografías tienen su valor, pues los jóvenes se quedan boquiabiertos viendo el estado de los caminos, porque aunque se lo trates de explicar no llegan a imaginarselo, en ese caso bien venido el progreso. Aunque también se viene a la mente grandes recuerdos de como se vivían las fiestas, de la solidaridad de la gente a pesar de los pesares, en fin.....
Un saludo.

Maxi dijo...

La solidaridad en los pueblos todavía existe, ayer sin ir más lejos, llegué sin comer a las 2.30 pm a hacer un trabajo en Regla de Naviego para aprvechar la poca luz que nos dejan los días del final del otoño y "no tuve más remedio" que comer el fantástico potaje qué tenían en casa de Aureliano, cuando se dierobn cuenta de que iba sin comer, y hace unas semansa Rufo me ayudo, bueno me la cambió él, en Moal a cambiar la rueda del todoterreno que se había pinchado... Gracias, Rufo, gracias Aureliano. que haya hormigón no significa que no haya solidaridad. Saludos a todos.

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails