Hoy es una noche especial. Es la noche de San Juan, en la que las xanas salen de las fuentes y de las cuevas para ofrecer sus tesoros a las personas que las desencanten y el cuélebre pierde todos sus poderes.
Mozos de fiesta en la década de los 70
Es la noche en que se rinde culto a al Sol con la foguera, que es una creencia pagana y además la práctica mas habitual, pues a su alrededor se salta y se baila hasta que amanece, quemando todo lo antiguo para dar paso al futuro. También se rinde culto al agua, pues se considera que a partir de las doce de la noche, pasa a ser milagrosa, curando enfermedades y proporcionando la felicidad. A los vegetales, cogiendo el célebre trébol de la canción "al pasar el trébole, el trébole .....". Y también se rinde culto al aire. Ese aire que nos da vida y que se invoca al bailar alrededor de la foguera la danza prima.
Todo esto y mucho más se celebra la noche de San Juan y María nos lo describe muy bien en su entrada.
Pero la noche de San Juan, además de ser la noche mágica por antonomasia en la que suceden todas esas cosas en torno a la foguera, es tambien la nueite (noche) de las trastadas, especialmente en numerosos pueblos del suroccidente de Asturias.
Debajo de los horreos era habitual guardar los carros
Xusé Mª Rodríguez, "Chema de Bimeda", nos lo explica muy bien en el libro, escrito en asturiano occidental, que lleva por título "Nueite de Filandón-Cuentus na nuesa tsingua", que se publicó en el año 1982. El libro está compuesto por varios relatos cortos y uno de éllos lo llama La Nueite las Trastadas, noche que Chema situa el 28 de junio en su pueblo natal de Bimeda y que en algunos de sus párrafos nos dice:
"La xente tá en vilu, peru cumu si non. Las trastadas fain-se lu mesmu.
Tul pueblu apaicíu este anu feitu un xuegu. Al riscá el día taba tou estruldau. Suso Manín nun s´esplica, tuvia güey, cúmu pudienun tsevá-tse el vulquete d´ibaxu l´horriu -pus dorme al pía mesmu ya tien el suenu lixeirin abondu-. L´amotu de Lulo faltou-tse de xuntu a casa ya l´escanu de ca Tsázaru tamién faltóu del purtal.
Espueis d´esqueirare pul pueblu, bien ceu, apaicíu el carru de Manin ibaxu la escuela viecha atrancandu el camin. L´amotu de Lolu alcontroulu dientru el coche de Campietsu.
Lu más chucante yera que nun atoupaban l´escanu lus de Tsázaru. Pasanun tula mañena amirando pul ríu, pulus calechones ya gulietsus, peru cumu si tse xiplaran; nun lu atoupanun. A lus dous días apaicía nas Mestas, ente unus espinus, nu restrañu la estacada La Ponte....."
Hace muchos años que no estoy en la foguera de Moal, pero siempre me acuerdo de esa época con mucho cariño y nostalgia: la ilusión por recoger la madera, tarea en la que ocupábamos toda la tarde recorriendo los montes cercanos, para ver después como se le daba fuego y se consumía mientras saltábamos a su alrededor; pero sobre me acuerdo porque era la "nueite de las trastadas" y en esa noche todo estaba permitido, aún a sabiendas de que más de uno se enfadaría con la faena que se le iba a preparar.
Los burros en la década de 1970 y 80 eran animales muy codiciados en las labores domésticas, pero la nueite de San Xuan eran todavía más codiciados. Era frecuente que más de uno acabase en la cuadra del vecino con el que se llevaba mal, o atado a la cadena de la campana de la capilla con un buen puñado de hierba en el suelo, con lo que cada vez que se agachaba para comer sonaba la campana, no dejando dormir a los vecinos.
Todavía en épocas anteriores, cuando había carros del país y posteriormente volquetes, los dueños de los mismos se agazapaban en las proximidades del corral o del horreo para ahuyentar a los mozos, que a buen seguro tratarían de apoderarse del mismo aprovechando el primer sueño del amo y, en más de una ocasión, lo conseguían a pesar de saber que el dueño del carro andaba al acecho. Lógicamente una vez conseguida la pieza, esta acababa en algún calechón lejano donde costase tiempo localizarlo o, en el peor de los casos, en el medio del río, con lo que para sacarlo debía ir provisto de botas. Alguna historia, no sé si cierta o no, cuenta que en alguna ocasión el amo amaneció en mitad del río y encima del carro, pues para evitar la trastada se había quedado dormido esperando a los jóvenes para que no se lo robasen.
Otra trastada típica era visitar los nidales de las pitas, para quitar los huevos que estas habían puesto y conseguir una cantidad suficiente para preparar una buena cena nocturna, con la que coger energías para pasar la noche.
Por otro lado, durante muchas décadas la fiesta de San Juan, en Vega de Rengos, era un referente en las fiestas Canguesas y a la misma acudían en romería de todos los pueblos del concejo, pero especialmente de la parroquia, celebrándose las tradicionales meriendas acompañadas de unos buenos tragos de vino, para terminar la velada con una más que animada verbena.
Por último decir que a mi la trastada me parece que me la jugó Blogger hace cinco días, cuando me cambió la foto de la entrada de Xedré por otra que publicaré proximamente. En fin, como últimamente desconozco cómo se celebra la nueite las trastadas, espero que alguno de los lectores me pueda poner al corriente. Que paséis una mágica y buena noche.
7 comentarios:
Estupendísimo artículo Jose. Me ha encantado saber de las trastadas que se hacían en una "nueiti" como ésta. Una pena que se pierdan estas "cousas". El libro que comentas, ya me gustaría echarle un vistazo, porque, por lo que pones, parece interesantísimo.
Te deseo una estupenda "Nueiti de San Xuan" y, después de varios días sin visitarte, veo que no has dado tregua a los post,ya que, llevo varios de retraso.
Un saludín
Leyendo tu entrada sobre la "nueite las trastadas", me parecía estar escuchando lo que mis padres me cuentan sobre la noche de San Xuan en La Viliel.la. Curioso el ingenio de los mozos y el trabajo que llevaban, en general, sin maldad, aunque algunas víctimas de las bromas (por motivos evidentes) no le viesen la gracia. Pero la broma era más disfrutada si se sabía con certeza que el que la sufría se iba a enfadar.
jose eso en moal todabia se hace, menos que antes pero alguna hacemos, los guajes y no tan guajes, lo que pasa que en moal lo celebraremos el sabado y al final alguna trastada haremos jajaja.prenderemos la foguera y luego abriremos alguna carril y cambiaremos algun geranio de sitio.un abrazo. telvi
Como siempre un buen trabajo,aqui auque sea con algo de retraso también vamos a celebrar,el sábado con el permiso de la autoridad competente, y si el tiempo no lo impide por gentileza de la (ASOCIACION DE MUYERES),el próximo sábado dios mediante, tendremos una cena en la plaza. Después de los correspondientes cafés y chupitos (también de la zona) prenderemos la hoguera a la que quedais invitados aunque tengais que venir hasta de La Rioja.un saludo para todos.
Estupenda recopilación, Jose... Sin duda había oído hablar de las trastadas, pero ya no me acordaba.
Gracias por traerlas de nuevo a la memoria.
Hola Jose.
Referido a las trastadas que todavía hacemos en Moal, que no cuente Telvi con cambiar geraneos de sitio que están todos donde tienen que estar, jajaja.
Sino nos veremos en la obligación de pasar por casa de Luluxuan.
Bueno saludos y nos veremos el sábado.
Muy guapo tu blog .
María Jesús, después de tu impasse, bienvenida de nuevo al mundo bloguero. Por lo que respecta al libro, ya quedaremos para que puedas ojearlo.
Buena razón tienes Xastre, en eso de que las bromas casi siempre recaían en las mismas personas, que por lo general eran las que más se enfadaban. Es que.... si no se enfadaban ya no tenía gracia.
María, un placer haberte recordado las trastadas. Deduzco que por Ibias ya las habéis arrinconado.
Por lo demás, deciros que el sábado contad conmigo y con mi "santa" para la cenas. Ya tengo ganas de ver in situ hasta donde llegan las trastadas en Moal.
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