lunes, 5 de mayo de 2008

El Arzobispo Tarancón

Vicente Enrique y Tarancón nació en Burriana (Castellón) en el año 1907 y murió en Villarreal el 28 de noviembre de 1994. Fue ordenado sacerdote en el Seminario de Tortosa y nombrado Arzobispo de Oviedo en abril de 1964, cargo que ocupó hasta el año 1969 en que pasó a desempeñarlo en Toledo. En 1969 el Papa Pablo VI lo nombra Cardenal y en 1971 pasa a la archidiócesis de Madrid.

Cardenal Tarancón
En el año 1971 fue nombrado Presidente de la Conferencia Episcopal, cargo que desempeñó hasta 1981 en que presentó su dimisión. Su mandato se caracterizó por los enfrentamientos y turbias relaciones que mantuvo con la dictadura del General Franco, que quedaron patentes cuando varios grupos ultras gritaron durante el sepelio del Almirante Carrero Blanco aquello de "Tarancón al paredón". Asimismo tuvo una gran importancia la homilia que pronunció el día de la coronación de Juan Carlos I como Rey de España, al sorprender a todos cuantos la escucharon por hacer una encendida defensa de las libertades y los derechos humanos.

Comunión Carlos de Pepito (1965)
Pues bien, en el verano de 1964 el Arzobispo Tarancón visitó la parroquia de Vega de Rengos y posteriormente pasó por Moal para dirigirse a la parroquia de Oballo. Los vecinos de Moal le dieron un gran recibimiento, que mi hermana Maricarmen ha querido plasmar en el siguiente artículo:
" Una de las personas ilustres que pasaron por Moal fue el Cardenal Arzobispo D. Vicente Enrique y Tarancón. Si, si el mismo. Era Arzobispo de Oviedo y vino a confirmarnos a la chavalería de la zona. A los de Moal nos pertenecía ir a la parroquia de Vega de Rengos, para lo cual nos preparó la maestra Dª Josefina, a la que teníamos gran respeto y que nos enseñó mucho. Para esta ocasión nos dijo qué teníamos que hacer y cómo, y aprendimos muchos cantares litúrgicos y el significado de la Confirmación.


Pero el Sr Arzobispo pasó por Moal, pues tenía que ir a confirmar a los chavales de la parroquia de Oballo. Así que a los preparativos de nuestra Confirmación se unieron los preparativos del recibimiento del Sr. Arzobispo, pues esto era un gran acontecimiento para el pueblo.

Mozas de Moal (1964)
Fue toda una revolución para los vecinos, sobre todo las mozas y mozos. Lo primero que se hizo fue un arco de ramas de árbol que costó mucho prepararlo y colocarlo a la entrada del pueblo junto a casa de Pepa (hoy casa Grabiel). Cuando después de muchos avatares estaba colocado pasó el autocar-correo que iba para San Antolín de Ibias y…. una tragedia, lo enganchó con el techo y lo rompió, se cayó al suelo y todo el trabajo echado a perder. Se restauró lo mejor que se pudo.
El siguiente adorno se puso desde el balcón de la escuela (que entonces estaba en casa Pepe Xuaco) al palo de la luz, y era una cuerda con pañuelos multicolores colgados como si fueran banderines. Los pañuelos, que eran muchos los que se necesitaban, los trajo la mayoría Pili la de Abel, que tenía la tienda del pueblo y sacó todas las cajas de pañuelos que tenían para vender.

Olga y Rosario (mocinas en 1964)
Por las ventanas y balcones se colgaron esas colchas tan guapas que había en las casas para poner en las camas solamente el día de la fiesta o si había un nacimiento en la cama de la parturienta para recibir las visitas. Bueno, Moal estaba muy engalanado y sobre todo con los vecinos llenos de ilusión por la llegada del Arzobispo…y al fin llegó y, claro, a la entrada del pueblo, se tuvieron que bajar del coche él y todo su séquito porque allí estábamos todos esperando. La verdad es que era un hombre muy cercano, yo estaba con mi hermano Jose en brazos (el culpable de que esté contando esto) y el Sr. Arzobispo se acercó y le hizo unas caricias a la vez que le decía unas palabras cariñosas. Yo tendría quince años y me impresionó mucho.
Pili de Abel y Lolo (1957)
Todo eran vivas para el Sr Obispo, pero un cura joven y muy guapo que llevaba una maleta se acercó a las mozas y les dijo: ¡Arzobispo! teneis que decir ¡Arzobispo!. Entonces Nides de Baragaño, Rosario de Silvestre y Pili de Abel que eran jóvenes y revoltosas empezaron a decir: ¡Viva el Arzobispo y el cura de la maleta!. ¡Viva el cura de la maleta!. El sacerdote un poco cortado y muy sonriente se volvió y les dijo: eso no, eso no lo podeis decir. El Sr. Arzobispo iba un poco más adelante y seguro que lo escuchó pero no dijo ni hizo absolutamente nada. Seguro que también estaba sonriendo.

Mozos de Moal (1969)
Lo seguimos todos hasta el Cantarillón, que es donde empieza el camino para subir a Oballo por Penocueto. Allí estaban vecinos de ese pueblo esperando con caballerías para que subieran el Arzobispo y los acompañantes, ya que por entonces a Oballo no se podía ir en coche, asi que se subieron unos a caballo, otros en burro y los demás andando, entre los que estábamos toda la chiquillada y la mocedad de Moal.

El Arzobispo en la iglesia de Oballo agradeció el recibimiento que le habíamos hecho y que le acompañásemos hasta allí. Yo no subí porque con Jose en brazos era mucho para mi, pero si subió mi hermano Carlos que tendría unos once años y se mareó con el olor a incienso.

A todos nos quedó un gran recuerdo del Obispo o mejor dicho Arzobispo TARANCON. Creo que los obispos actuales deberían leer su biografia de vez en cuando. Los creyentes y no creyentes lo agradecerían. "

Bueno. No está mal el relato, verdad. Me gustaría que este blog estuviese abierto a todo el mundo y que todo el que quiera contar alguna vivencia o anécdota relacionada con Moal la pueda reflejar aquí. Por lo tanto, sólo espero que me las envieis y gustosamente las publicaré.

No hay comentarios:

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails