Agosto: mes de vacaciones para la gran mayoría de los ciudadanos españoles, aunque a algunos nos toque trabajar. Durante las próximas semanas mucha gente elegirá como lugar de descanso la comarca suroccidental asturiana: unos porque es el lugar de origen de sus ancestros y otros porque desean conocer nuevos lugares y la zona ofrece una variada naturaleza difícil de encontrar.
Carlos en su museo particular
La oferta hotelera de la comarca es extensa y de una gran calidad, siendo el motivo principal de tan alta distinción, el hecho de que la gran mayoría de las casas rurales se han incorporado al mercado turístico en los últimos años, aprovechando los programas de desarrollo que se llevaron a cabo a causa de la reconversión minera. Sin embargo, la oferta no es tan grande en otras facetas, como bares en los pueblos, tiendas de comestibles o talleres de carpintería y recuerdos típicos.
Detalle de la tienda de souvenirs
El Rincón Cunqueiru en Trabau es uno de los pocos lugares que la zona del Parque Natural de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias ofrece a los visitantes. Un Rincón que merece la pena visitar, no solamente para comprar unos regalos, sino para conocer la cultura y todo un modo de vida de los pobladores de Trabau, Sisterna y El Bao, llamados Cunqueiros.
Fachada principal del taller
De este lado del Rañadoiro la oferta era nula, excepción hecha de la fábrica de madreñas, así como de cachos, xarras, castañuelas, navajas....., denominada Virgen de los Remedios, ubicada en la aldea de Pambley y por lo tanto fuera de los límites del Parque Natural. Desde hace unos meses Carlos de Reguilón, nuestro vecino de Moal, se ha sumado a la oferta con la creación de un taller de artesanía en la vecina localidad de Oballo.
Interior del taller con los vecinos
Carlos tiene una espaciosa nave donde trabaja la madera y en la que además de "souvenirs" hace pequeños trabajos de carpintería: puertas, ventanas, rótulos, etc. Antes de acceder a la nave, tiene una pequeña tienda donde atiende a los turistas y les da todo tipo de explicaciones sobre el cometido de los productos que vende, aunque en la mayoría de los casos sólo serán para uso ornamental.
Estanterías con recuerdos
Al lado del taller, Carlos tiene un chigre, un bar típico asturiano, que está decorado, para mi gusto, con una exquisited absoluta. A base de constancia y empeño Carlos se fue haciendo con toda clase de artilugios agrícolas, que ahora decoran las paredes del chigre, convirtiéndolo en un pequeño museo etnográfico que no dejará indiferente a nadie.
Arbol con estantes
Ruedas de carros, arados, paletas de teitar, bacitas, xugos y un sinfín de herramientas dan al chigre un aspecto rústico y acogedor, en el que tomar un vino o una cerveza te hacen deleitar con lo que observas a tu alrededor.
Rincón del chigre
Ruedas de museo
Así que ya lo sabeis, si estais cerca de Oballo y queréis ver un pequeño museo por el módico precio que puede costar un vino, acercaros al chigre de Carlos.
Tomando un vino con Carlos
Además, si de paso queréis comprar un recuerdo de la zona, no os olvideis que al lado tiene su taller de artesanía.
6 comentarios:
Pues tienes razón, Jose. Una de las mayores carencias del turismo rural en la Comarca de Fuentes es, precisamente, la oferta complementaria al alojamiento: chigres (que no bares); casas de comidas (que no restaurantes); tiendas de artesanía (que no chiringuitos de souvernirs); museos con contenido; rutas organizadas... etc, etc... que muestren la cultura tradicional de esta comarca.
Iniciativas como las de Carlos no sólo favorecen el turismo, sino que también animan la vida de los lugareños. Felicidades.
jolin que chigre preparo carlos, que bien ojala en moal alguien se animara y hiciera lo mismo,ademas estos chigres son muy chulos y tienen su encanto, felicidades carlos, pasaremos a tomar una cerveza,saludos pa todos. telvi
Precioso el rincon de Carlos (animo) ojala que hubiera uno en cada pueblo.
La falta de chigres en la gran mayoría de los pueblos de la comarca, se debe a una política errónea de los distintos ayuntamientos, que pretendían cobrar el mismo impuesto a quien tenía un chigre o un bar-tienda en Moal o Villardecendias, que en la calle Mayor de Cangas. Los chigreros cerraron sus negocios y ahora, cuando la administración pretende recuperarlos, se encuentra con que no hay población para abrirlos y menos para mantenerlos.
La comarca además de naturaleza y alojamientos oferta, como bien dice María, pocos o nulos servicios: no hay museos, las señalizaciones brillan por su ausencia y los Centros de Interpretación se hacen donde no se debe, como el de Muniellos que debería estar asentado en Moal: por mejores comunicaciones, por proximidad a Muniellos y porque el bar podría estar abierto todos los días y hasta más tarde, y por lo tanto el Centro; pero las cosas se hacen sin pensarlas ni consultar y así salen. En la actual ubicación, que tiene unas vistas inmejorables, sí debería haber una gran área recreativa (que no la hay) con mirador.
Telvi, ya te veo por la Beiciecha p´arriba a tomar una cerveza en el chigre de Carlos, que de verdad que ta muy guapo.
Magnífico reportaje Jose... Una maravilla de Chigre que no hay que dejar de visitar por lo que veo... Y una idea estupenda la de Carlos, y un lujo poder llevarla a cabo, ya que, como comentais en los mensajes, entre las trabas que ponen las administraciones añadido a la despoblación de los lugares, no siempre se llevan a buen puerto las buenas ideas.
Enhorabuena también a ti por las fotos tan guapas que nos pones y, desde luego, una visita al lugar es obligatoria.
Carlos tiene un bonito taller-museo-chigre muy acogedor, se puede observar y curiosear todo mientras te tomas un cacharro, y parece un museo etnográfico de aperos de la zona.
Lo razonable sería que estuviera ubicado en Moal...parece ser que no se pudo establecer esa conexión y ahora hay que hacer el esfuerzo de subir a Oballo, si se quiere disfrutar de esta preciosidad.
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