martes, 25 de marzo de 2014

Moal, su gente y la III carrera de montaña "Puerta de Muniellos".

Hay tantas cosas que contar sobre Moal y su carrera de montaña que uno no sabe muy bien por dónde empezar. Tal vez la mejor manera sea justificarme ante las preguntas de algunos vecinos y decir que este año todavía no había publicado  nada sobre el evento, porque era tal la cantidad de noticias que había en distintos medios de comunicación y redes sociales, que lo que yo pudiese aportar iba a resultar reiterativo. Además, el tiempo es un bien escaso y en los días anteriores a la prueba me llegaron a faltar horas para realizar ciertos trabajos que tenía pendientes.


Hay un dicho que dice que las cosas hay que vivirlas para poder contarlas y sobre todo para que uno no cuente lo que otros te han contado. Por eso, el viernes por la tarde, en compañía de mi sobrino Carlos Alberto, cogimos el coche en Logroño y tomamos dirección a Moal para poder aportar un granito de arena a la gran duna que ya habían creado las distintas asociaciones, para conseguir que la III carrera de montaña “Puerta de Muniellos” fuera todo un éxito.


La llegada a Moal, pasadas las 9 de la noche, ya nos descubrió lo que el pueblo iba a vivir los dos días siguientes, al tener que pasar por debajo de un gran arco de plástico, de la marca Adidas, que daba la bienvenida a todos los que desde la carretera se adentraban en el pueblo. Además, llegué a tiempo para ver el informativo de la TPA8 que ofreció un reportaje sobre Moal, la carrera y sus gentes.

En la mañana del sábado pude constatar el gran trabajo que habían hecho los vecinos del pueblo, especialmente los jóvenes, que con su empuje y tesón ya tenían todo prácticamente montado, como por ejemplo el bar, que iba a estar disponible en el parking de la casa rural Xuaquín y que sería atendido por las jóvenes de la Asociación de Mujeres. 


También en los bajos de casa Xuaquín las mujeres tenían montada su cocina portátil. Ellas fueron las encargadas de la intendencia y ante ellas hay que quitarse el sombrero, pues fueron las que  realizaron  las empanadas, tortillas, bizcochos,  chocolate, café y paella, en un trabajo encomiable y en el que se vio la unión y la coordinación que mantuvieron durante estos días para que todo saliera perfecto. Sois magníficas y os merecéis la admiración de todos nosotros.

Enfrente del bar se encuentra la capilla, en la que ya no se podía ver a San Juliano ni a ningún otro Santo (cosas del pudor y del respeto), ya que habían sido tapados con un gran toldo, al pasar  a convertirse en una pequeña sala de curas, con dos camillas, para que todo aquel que pudiera sufrir alguna lesión durante el transcurso de la carrera pudiera ser atendido por el personal de la Cruz Roja.

Siguiendo hacia la plaza nos encontramos con otro arco, a imagen y semejanza del visto la noche anterior, y con varios paneles publicitarios que tapaban las barandillas del puente y que le daban un aspecto festivo al recinto.

 
Ya en la plaza, a continuación del techado estaba instalada una gran carpa,  cedida al ayuntamiento de Cangas por el de Degaña y que resguardaba de las inclemencias meteorológicas una considerable superficie. En el extremo oeste, también habían colocado una pequeña carpa para el control de firmas, ubicación del pinchadiscos y equipo de sonido. A continuación estaba el arco de salida y meta de los corredores.

 
Volviendo a la capilla y continuando calle arriba se podía ver un toldo en el corral de casa Cadenas, debajo del cual se colocaron cuatro camillas para que varios fisioterapeutas del Colegio de Asturias dieran masajes a todos los corredores que lo requiriesen y…. ¡¡a fe que estuvo bien solicitado!!.

La plaza de casa Silvestre tenía montada otra carpa que servía de vestuario masculino para todos los que pretendían asearse en las duchas habilitadas en los bajos del garaje de Silvestre, en el que, por otro acceso, había duchas para el personal femenino.


Por último, en el callejón de casa el Pinche se ubicaron tres aseos portátiles.

A  lo ya descrito hay que sumar los aparcamientos habilitados en el prado de Francos y en distintas fincas de la Baragaña.

 
Me imagino que todos los que estéis leyendo estas palabras os daréis cuenta del enorme trabajo que cuesta montar todo lo descrito, a lo que hay que sumar el realizado en días anteriores como la limpieza del itinerario y la señalización del mismo, mas los trámites administrativos, obtención de patrocinadores, presentación de la carrera, atención a los medios de comunicación y un largo etc.

 
Por otro lado decir que, si bien durante la mañana del sábado se empezó a notar la presencia de gente foránea, fue a partir de las tres de la tarde cuando un continuo fluir de coches invadió la calle principal de Moal, si bien la perfecta organización que se había montado hizo que se agilizara el tráfico y que en poco tiempo los 200 coches que llegaron a la localidad estuvieran bien estacionados.

 
A las 16,30 horas se inició la carrera con 213 participantes, siendo 182 los que la terminaron, entre los que se encontraba Juan Fernández Llames, un invidente que hizo el recorrido acompañado por Ana Álvarez Fernández (Ana de Mateo) y por Iván López Honrado, que completaron el recorrido en algo menos de dos horas, dándonos Juan a todos un ejemplo de lucha, pundonor y perseverancia. 

 
Acto seguido se hizo entrega de los trofeos a los ganadores de las distintas pruebas y un “pincheo” para todos los participantes.

 
El domingo amaneció con nieve en las alturas y amenazando lluvia, pero con mejores condiciones atmosféricas que las inicialmente previstas y que nos habían dado por televisión.
 
A las 7,30 horas ya era constante la llegada de coches que se mantuvo hasta casi la hora de la salida, que se produjo, como estaba programada, a las 9 de la mañana.


La carrera, tras un breve recorrido rural, pasó por el medio de Moal, algo que yo creo debe repetirse en sucesivas ediciones, pues la gente aplaudió con ganas el paso de los corredores, para luego seguir en dirección a Oballo, alto del Cul.ladiel.lo y los prados de Rucabo y Caleicho, ofreciendo unas vistas inmejorables sobre distintos puntos emblemáticos del concejo, como pueden ser Muniel.los, la Penona Xalón o el pico Caniel.las, por citar algunos de los más importantes, para completar 27 kms. de recorrido duro y exigente.

Más de 90 personas estuvimos movilizados por la ruta para orientar a los corredores en su transitar o para ayudarles en caso de sufrir algún contratiempo.



Mientras tanto, en la plaza, el director de carrera y alma mater de la misma, Javier Fernández, hacía de improvisado locutor manteniendo informados a todos los allí presentes del discurrir de la carrera. Igualmente, el Grupo de Desarrollo Rural Alto Narcea-Muniellos iba colgando las imágenes que los distintos colaboradores enviaban, para que la gente pudiera observar en una pantalla el paso de los deportistas por los diferentes puntos.


Hecho anecdótico y "prestosu" en abundancia fue la presencia de Ricardo Soberado Hoyos, gaitero de El Sueño de Morfeo, que estuvo amenizando la mañana a los corredores que trataban de ascender a la Peña Moncou, el punto más complicado y difícil de todo el recorrido. Ricardo ya había participado el sábado en la carrera de 9 kilómetros, siendo fácil de identificar en el video.


Foto: Si seńor,Ricardo todo un crack!!! gracias por estar ahí con la gaita.
 
Finalizada la prueba se procedió a la entrega de trofeos en la que estuvo presente el alcalde de Cangas del Narcea José Luis Fontaniella, la concejala de deportes Marta Fernández, Toño alcalde de Moal y los presidentes de las tres asociaciones del pueblo.


A continuación el protagonismo total correspondió a las mujeres, que hicieron acto de presencia con las paellas que habían elaborado y que se encargaron de repartir entre las 700 personas que comieron en Moal.

El trabajo no terminó con la marcha de todos los participantes sobre las 17,00 horas, también de algunos a los que nos quedaba un largo trecho para volver a casa, sino que en ese momento comenzó el desmontaje de todo lo que había costado días preparar, algo que se hizo con prontitud y rapidez ya que la gran mayoría de la juventud está trabajando o estudiando fuera de Moal y no podían dejarlo para días posteriores.
He tratado de no citar nombres de personas involucradas en este acontecimiento y no lo he querido hacer porque lo que se ha hecho es labor de todo un pueblo. Y no hablo sólo de Moal, porque también había colaboradores de otros pueblos vecinos, dígase  Oballo, Posada o el mismo Cangas.

 
Ya sé que algunas personas trabajan mucho más que otras, que algunas dedican mucho más tiempo que otras, y que sin el trabajo de estos nada sería posible,  pero también es cierto, y algunos de los implicados así me lo hicieron saber, que sin la ayuda de todos no sería posible llevarlo a cabo. Hace unos días en LNE escribía   Pepe Rodríguez un artículo de opinión titulado  El orgullo de Moal y decía que “la norma en el suroccidente de Asturias es que los vecinos no se lleven muy bien entre ellos” y presuponía que Moal no era una excepción. Seguro que no, que en Moal, como pueblo grande que es dentro de los que hay en el concejo, también tiene gente que se lleva bien y otra no tan bien, pero lo que sí es cierto y de ello soy testigo, es que este fin de semana todos estuvieron arrimando el hombro para que no faltara detalle y todo saliera a la perfección y eso además de enorgullecer a un pueblo, le honra. Sólo espero que la carrera y el ambiente que ha unido como una piña a todos los vecinos continúe durante muchos años.

Todas las fotos y los detalles de la carrera en la página de Facebook de Carrera de Montaña "Puerta de Muniellos".

Os dejo el enlace a las fotos de Google+, para que podáis ver más fotos.

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