jueves, 25 de febrero de 2010

Moal y Guimarán

Esta semana ha caído en mis manos un mapa de carreteras del Principado correspondiente al año 2009; uno de esos mapas que las Oficinas de Turismo entregan a los turistas que nos visitan, para que no se pierdan por ninguna de nuestras vías y puedan llegar con el coche hasta el lugar más recóndito del Paraiso Natural. Una vez en mi poder, lo primero que hice fue desplegarlo y, supongo que como la gran mayoría de las personas que se encuentran en la misma situación, saber si en el mismo figuraba mi pueblo. Y a fe que lo vi bien, allí estaba destacado al tener las letras impresas más grandes que otros pueblos de alrededor, incluso de algunos que son parroquia y que cuentan con tantos o más habitantes. Digo que allí estaba MUAL, escrito con la nueva denominación que la Junta de Toponimia aprobó para los pueblos del concejo de Cangas del Narcea y que comenté en la entrada de octubre del año pasado.

Portada Mapa Turístico de Carreteras del Principado

Según miraba el mapa, vino a mi memoria un correo que recibí por aquellas fechas otoñales de Manolín del Xastre, quien a pesar de estar pasando entonces por unos momentos difíciles debido a la enfermedad de su padre, que desgraciadamente terminó con su fallecimiento, tuvo la delicadeza de aportar su punto de vista sobre el tema de la toponimia en general y sobre el nombre de Moal/Mual en particular. Ahora, con su permiso concedido hace tiempo, paso a transcribir algunos de los párrafos por él escritos y que afectan directamente al debate suscitado.


Suroccidente de Asturias en el Mapa

Cierto es que el nombre que figura en el cartel del pueblo es "Moal" (vergonzoso que no haya uno en Ventanueva que indique por dónde se va al lugar que es la antesala de la entrada oficial de Muniel.los); no menos cierto es que en algunos documentos que citas en tu entrada 2.1. El pueblo: "Los barrios",  figura "Muale" entre otros (si quien preguntaba en uno de los comentarios que de dónde salía el nombre de "Mual" hubiese leído esta entrada, no le hubiese sido necesario hacerse esa pregunta). En cambio, en otros documentos, la forma es "Moal". La pregunta es: ¿cómo debe escribirse una vocal que ni es una U tan cerrada ni una "O" tan abierta? El problema parte de tratar de escribir con el sistema vocálico castellano sonidos asturianos que son intermedios entre O y U o entre I y E. Pienso que solamente quienes han estudiado Lingüística pueden dar una solución a esta situación enrevesada, con una solución única (Moal o Mual) que siempre va a resultar confusa, o añadiendo a la solución elegida un signo (Möal o Müal, por ejemplo) que indicase que su pronunciación es intermedia entre O y U. Naturalmente, esto pasaría a su vez por una enseñanza adecuada del asturiano (en nuestro caso de la variante occidental), que eliminase el desconocimiento que existe ahora sobre gramática, pronunciación, escritura, etc, para las próximas generaciones (los que ya tenemos cierta edad seguiremos con nuestras polémicas: creo que ya estamos demasiado mayores para cambiar en este aspecto). Y dado que actualmente no parece que vaya a haber acuerdo sobre la forma escrita, creo que, además de preguntar a los mejores informantes, que suelen ser las personas de mayor edad (cosa que estoy seguro de que han hecho), sería conveniente una consulta a los vecinos para determinar la forma preferida. Voy a autopromocionarme y proponer "Möal" (aunque no tenga en ello arte ni parte, ya que creo que sobre esto sólo vecinos del pueblo y lingüistas, cada uno en la parte que le toca, deberían opinar).

Moal (Müal, Möal, Mual)
Hace también unas semanas, María del Roxo me había puesto en antecedentes sobre el problema que había surgido en la parroquia de Guimarán, en el concejo de Carreño -primer municipio asturiano en aprobar la nueva toponimia-, a cuenta del cambio de nominación de su parroquia por Quimarán, circunstancia  que sus vecinos se negaban a aceptar. La Junta había aprobado la denominación de Quimarán para dicho lugar pero, al igual que en Moal, el nuevo nombre en asturiano había sido rechazado por una gran mayoría de sus vecinos, que se manifestaron totalmente en contra tras celebrar una consulta popular. El lunes, también LNE recogía que la Junta de Toponimia votará en las próximas semanas la modificación del topónimo, que podría volver a ser Guimarán y no Quimarán. Pero no acaban aquí los problemas para la Junta de Toponimia con el concejo de Carreño, pues el martes 23 de febrero, de nuevo LNE se hacía eco de la noticia de que dos nuevas parroquias del concejo, Prendes y Logrezana, se sumaban a las protestas de Guimarám, rechazando los nombres que la Junta les había adjudicado en el año 2005.

Esta entrada no busca en estos momentos polemizar sobre qué es lo apropiado o inapropiado de un asunto que ya fue ampliamente debatido, como es el caso del nombre de Moal. Lo único que pretendo es informar y poner al corriente a los vecinos de Moal ( Möal?, Müal?, Mual?) sobre algo que ya se ha llevado a la práctica en los mapas de carreteras y también, si no me equivoco, en las cartas y comunicados que remite el propio ayuntamiento de Cangas. La decisión final en un estado de derecho, como el que disfrutamos, debe corresponder en última instancia a las personas que en este momento tienen fijada su residencia en el pueblo y aunque más de uno me comentó que era muy fácil transformar la U en O con un poco de pintura, creo que es mucho mejor arreglar la situación por medio de la palabra y el diálogo, como al parecer van a conseguir los vecinos de Guimarán.

sábado, 20 de febrero de 2010

Carnaval 2010

El martes 16 se celebró el martes de antroxu o de carnaval y como en años anteriores, la Asociación de Muyeres de Moal volvieron a la carga organizando un pequeño festival en la plaza del pueblo, con entrega de premios para los primeros clasificados.

Foto familiar del grupo, al que se incorporó el anciano cura, que afectado por la crisis tuvo que retrasar la edad de jubilación

Las fiestas de don carnal y doña cuaresma ya habían quedado reflejadas en otros blogs de la zona, que nos aproximaron a Tormaleo, de la mano de Ángel,  a Luberio gracias a María Jesús y a Tuña , también gracias a la Asociación de Mujeres "Cuarto de la Riera". Me imagino que habrán sido muchos los pueblos de la comarca que, a pesar del despoblamiento, seguirán conservando esta costumbre tan ancestral, que alcanza una dimensión extraordinaria de jolgorio y  xarana en todos  los núcleos de población importantes.

A continuación os pongo las fotografías que me han remitido y que he colocado en función del premio adjudicado, dentro de las dos categorías establecidas para mayores y pequeños.

Primer clasificado en mayores.
Una monja muy conjuntada con crucifijo y misal rojos, acompañada de la abuela con la típica toquilla. 

Segundo clasificado mayores
Original vieja con el cesto de las pitas y al lado la bruja "piruja", esperando el milagro de los huevos.

Tercer clasificado mayores
El Trasgu de Muniellos, que dejó su traje rojo por el impermeable ecológico de la zona, con la magia del arlequín.
Primero en peques.
Michael Jackson reencarnado en Moal por carnavales y fenomenalmente ataviado.

Segundo en peques.
Espectacular Majorette desafiando al frio y desfilando con su vara. 

Terceros clasificados
La princesa con su bolso y la muerte con la guadaña, muy bien acompañados.

El grupo ha sabido superar las circunstancias adversas que confluyeron este año y festejar el carnaval siguiendo con la tradición de los disfraces y la posterior merienda con las viandas típicas de esta fecha.

martes, 16 de febrero de 2010

Los Castrinos

La Academia de la Lengua Española (RAE), define castro como poblado fortificado en la Iberia romana, si bien en su acepción en asturiano habla de restos de poblados prerromanos.

Asturias contaba en la catalogación que José Manuel González realizó a finales de la década de 1960 con 93 castros. Actualmente hay identificados 265 y es muy posible que el número sea bastante mayor, cuando se realicen todos los estudios necesarios para inventariarlos.
Vista de Los Castrinos y al fondo Moal

Por lo que respecta al concejo de Cangas del Narcea, no se sabe a ciencia cierta el número exacto de asentamientos castreños que tiene, pero según Narciso Santos Yanguas, profesor de la Universidad de Oviedo y autor de un estudio en el año 1987, sobre los castros existentes en el discurrir del río Narcea por el concejo de Cangas, a quién ayudó en el trabajo de campo el vecino de Moal Luis de Reguilón, se tiene constancia de al menos 24 castros, entre los que destacan el de Larón, en cuyo recinto se realizaron excavaciones en el año 1978 que la revista Entrambasaguas recogía entre sus páginas; el de Ventanueva, situado en la confluencia de los ríos Muniellos y Narcea, con una función viaria al estar en un cruce de caminos; el de Tremado de Carballo, que sale frecuentemente en la prensa al denunciar diferentes personalidades su lamentable estado; y el de Valcabo, conocido como el Castiel.lu, en el que son visibles sus fosos defensivos y es obligada parada cuando se realiza la visita turística por el partido de Sierra.

Moal, como adelanté en la entrada de la Ruta de las Cascadas, también cuenta con un castro de la época romana. Se ubica dentro del cortinal de las Corradas, en el paraje conocido como Los Castrinos de Nicetu, al ser esta persona la propietaria durante muchos años de los terrenos donde se asienta.

Vista del castro desde La Chalga

Los Castrinos de Nicetu se sitúan en un promontorio soleado, a mitad del camino real que comunica Moal con Obal.lo, y por encima del Regueiro de la Beiciel.la, divisándose desde su emplazamiento gran parte del pueblo de Moal y el cortinal de La Chalga, lugar por donde tuvieron que salir durante muchos siglos los pobladores de estas tierras, al ser complicado el tránsito por la actual carretera ya que resultaba muy difícil salvar el desfiladero del Trabanco.

El castro en su vertiente norte

Narciso Santos nos cuenta que Los Castrinos son de origen prerromano o romano y que estaban vinculados con la extracción del mineral de oro, aunque probablemente tuvieran también relación con las vías de comunicación romanas. Se encuentran protegidos por un muro de roca, pero en la vertiente norte tienen un teso que hace fácilmente franqueable el castro, por lo que esta zona estaba defendida por un foso y una muralla de piedra caliza, que es la predominante en la zona.

Zona de Muruecos

Los yacimientos que explotaban los pobladores del castro se encontraban en la zona de Veiconde, en donde hace años Manolín de Pasarón descubrió diversos restos arqueológicos y un gran agujero de lo que podría ser un horno, que fue tapado para salvaguardar el ganado y las personas de posibles accidentes. Estos yacimientos tendrían continuidad en Muruecos, donde se realizarían lavados con una profundidad superior a la normal para extraer oro, encontrándose en las inmediaciones varios parajes que delatan, por su nombre, la explotación mineral de la zona como son La Cárcava y La Fana.
Cortinal de Veiconde (Vega del Conde)

En el estudio, Narciso también hace mención de otro Castro, situado a media ladera del camino que desde Moal llevaba a Ventanueva a través de La Chalga (Ayalga), y que se trata del Cogol.lo, un promontorio del que ya hablé en la entrada sobre nombres propios.

Por último decir, que otro punto extractivo de oro se situaba en El Castiel.lu de Farruco, un paraje situado por encima de la carretera que conduce a Ibias.

Una verdadera lástima que todo el patrimonio arqueológico del concejo de Cangas se encuentre en total abandono y que las excavaciones realizadas en algunos asentamientos castreños, como puede ser el caso del castro de Larón, hayan sido tapadas posteriormente, pues a buen seguro que hoy serían un gran aliciente turístico para la comarca.

domingo, 14 de febrero de 2010

Moal en la prensa

La noticia venía publicada ayer en El Comercio y hoy también la recoge La Nueva España. Se trata de un juicio por supuesto atentado a agente de la autoridad y obstrucción a la justicia, con el agravente de reincidencia. Un párrafo de LNE nos lo aclara:  Los hechos, que se enjuiciarán en el Juzgado de lo penal número dos de Oviedo el próximo miércoles tuvieron lugar el 16 de diciembre de 2008, en la localidad canguesa de Moal, cerca de la casa del guarda. Éste había presentado una denuncia contra el acusado, cuyo contenido no consta en el escrito del fiscal. Según el ministerio público, C. V. C. R. abordó al guarda y le espetó: «Tengo unos papeles para ti». Carral le replicó que no tenía ningún asunto con él, a lo que el acusado contestó, siempre según el fiscal: «Te voy a pegar dos tiros en la cabeza, tú no te jubilas, tú no sabes con quién juegas».

Aquí os dejo los enlaces a El Comercio y a La Nueva España,  para que podáis leer la noticia en su integridad.

Postdata: Ayer se celebró el juicio entre C.V.C.R. y el guarda Carral y hoy viene recogido en la prensa. A continuación dejo los enlaces haciéndose eco de la noticia:

 En La Nueva España: acepta un año y tres meses de carcel por amenazar a un guarda de Cangas del Narcea.
En El Comercio: Pena de quince meses para el acusado de amenazar al guarda

lunes, 8 de febrero de 2010

Una foto hecha por Ivar

La llegada de la mecanización a los pueblos del suroccidente de Asturias fue más tardía que en otras zonas de España. Lo agreste del terreno, el tamaño de las fincas con unas dimensiones muy reducidas y una economía doméstica donde los ingresos eran pequeños, retrasó la incorporación de maquinaria para realizar las labores agrícolas. Moal en el año 1963 no era una excepción: la recogida de la hierba o la recolección del poco cereal que había y que principalmente se destinaba para el autoconsumo se efectuaba manualmente y el transporte hasta casa se realizaba, en el mejor de los casos, en carros tirados por vacas, cuando no se tenía que recurrir a cargarlo sobre la espalda o en la cabeza.


Esperanza y Olivina en 1963

Ivar Ottosson, el sueco, era un amante de la fotografía y desde el momento de su llegada a estas tierras no abandonó en ningún momento su cámara fotográfica. Gracias a ello fueron muchas las personas, pero también las escenas de la vida cotidiana que plasmó en el carrete, como ya comenté en la entrada anterior. Lo malo del caso, es que no todas las remitió desde su Suecia natal y, probablemente, otras estén arrinconadas en algunas casas de Moal y pueblos de alrededor sin salir a la luz.

La casa de Pepe Mingo, es una de las que conserva alguna foto de aquélla época y gracias a Olivina hoy puedo publicar la que observáis en este blog. En la fotografía podemos apreciar a Olivina, con una carga de maízas en la cabeza y a su hermana Esperanza, que también lleva en la cabeza una cesta, en cuyo interior parece ser que lleva panochas. La fotografía fue realizada en el mes de de septiembre de 1963 junto a La Fana, que por entonces estaba mucho más libre de vegetación, al ser un lugar frecuentado por las cabras que en aquéllos años eran abundantes en Moal.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Ivar Ottosson, "el sueco".

La gran mayoría de las personas de Moal, en el año 1959, trabajaban en la mina o en la madera y todos atendían las pequeñas explotaciones agrícolas que ayudaban al sustento familiar. En la primavera de aquel año, empezó a pasar por el pueblo una persona forastera, que no pasaba desapercibida porque su aspecto físico era distinto al de los nativos: alto, de pelo rubio y con rasgos nórdicos.

El forastero en cuestión se llamaba Ivar Ottosson, un sueco que becado por la Universidad de Upsala pretendía realizar un estudio botánico sobre las hojas de los robles y la humedad en el monte de Muniellos y aledaños, y que pronto entabló amistad con los lugareños a pesar de las dificultades que para él representaba comunicarse en español. Ivar se hospedó durante los meses de mayo a octubre en casa Saturno de Ventanueva, los  9 años consecutivos que le duró realizar el trabajo en la zona.

Segundo de Cadenas con el saco de recoger hojas de roble (1966)

En 1963 Ivar cogió como ayudante a un vecino de Moal, Segundo de Cadenas, cuyo padre Simino, se encargaba de la guardería de Muniellos y a quien había recurrido en numerosas ocasiones solicitando consejo. Segundo, que es quien me narra estos hechos, recorrió todo el monte de Muniellos recogiendo hojas de roble, cosa que también hizo en el de La Viliel.la, a cuyo pueblo acudían en el taxi que por aquellos años tenía Saturno. Las hojas recogidas las planchaba entre papeles, para después repartirlas en paquetes y numerarlas. Tal fue la cantidad recogida que Segundo me dice que fueron “sacaos” y “sacaos”, pues “no dejó un roble en Muniellos sin que le cogiese hojas para llevar”. Todo el material era transportado posteriormente en dos taxis hasta Oviedo, donde tenía un amigo que regentaba una floristería, desconociendo el destino final que le aguardaba a la mercancía.


Carta de Ivor a Simino en 1963

Las épocas en que Ivar estaba en Suecia, seguía manteniendo correspondencia con Segundo, a quien en numerosas ocasiones le solicitaba hojas, especificando el punto concreto donde tenía que cogerlas: "Ventanueva-Moal-Tablizas-Puente la Zreizal-L.leirona de los Sagrados....", así como un croquis con el roble exacto del que quería las hojas. Además, previamente le ingresaba en el banco el jornal por el trabajo a realizar. Me cuenta Segundo, que de aquella cobraba más sueldo que en la mina: “dábame 50 duros todos los días”, mientras el minero que cobraba por entonces 7000 pesetas, tenía una gran paga.


Laguna de La Isla en Muniellos (1964)

Ivar era amante de la fotografía y de la naturaleza y Segundo cuenta una anécdota al respecto. Me dice que una vez cogió un corzo pequeño en el monte y le pidió que lo soltase. Al recibir una respuesta negativa se puso con la cámara a sacarle fotos con el animal. Sin embargo, una vez reveladas en Suecia, le remitió un montón de fotos pero en ninguna aparecía el corzo, poniéndole como disculpa que se le había estropeado el carrete en el laboratorio.

La cámara de fotos de Ivar retrató muchos paisajes de la zona, pero especialmente a muchas personas de Moal, un legado importante que dejó en algunas casas, pues en aquellos años sólo se realizaban fotos con ocasión de algún acontecimiento social y nunca mientras se desarrollaban las faenas del campo o se vestía de diario. Sin embargo no nos dejó ningún retrato suyo.

Esperanza y Olivina en una foto de Ivor (1963)

El contacto con Ivar se perdió poco tiempo después de su marcha y aunque hace unos años algún vecino trató de ponerse en contacto, no obtuvo respuesta por su parte. ¿Qué será de Ivar?. Seguro que a más de uno, cuando lea estas letras, le gustaría saber qué es de la vida de una persona que los vecinos de Moal estuvieron viendo pasar y con el que también convivieron durante nueve largos veranos. Yo he tratado de seguir sus pasos a través de internet, pero a aquel joven, que según cuenta Segundo había sido número uno de su promoción, sólo he podido seguirlo a través de este enlace y en pequeñas entradas, en sueco, en las que hablan de algunos libros que bien pudieran ser de su firma; por lo demás, parece que se lo ha tragado la tierra.

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