martes, 24 de marzo de 2009

El Rañadoiro

El pasado mes de febrero, el Consejero de Infraestructuras del Gobierno del Principado efectuó una visita a las obras de construcción del túnel del Rañadoiro, que a través de sus 1868 metros conectará la cuenca del Narcea con la del Ibias, evitando el paso por el Puerto, que con sus 1181 metros de altitud provoca en el período invernal numerosos problemas a causa de la nieve, y al mismo tiempo acorta el recorrido en 8 kilómetros y reduce el tiempo del trayecto en unos 12 minutos.


Vista desde el Puerto del Rañadoiro

La construcción del túnel es una vieja demanda de la comarca pues, por un lado, acerca a los vecinos de Degaña y de la montaña Ibiense al centro de Asturias, y por el otro se convertirá en la vía de salida más importante del resto del suroccidente asturiano hacia la meseta castellana y Galicia.


Boca Sur del túnel

El gran cronista Cangués Mario Gomez, nos hablaba de estas tierras en un relato que publicó en el verano de 1931 en La Maniega, bajo el nombre de "Rumbos de Rengos". Nos cuenta que en El Pueblo "al amanecer alquilo un caballín, nada barato, pues me llevan ocho pesetas por las cuatro horas de alquiler, y a las siete de la mañana emprendo la caminata hacia el Rañadoiro. El camino es malo, malísimo. Es cosa de motejar a los vecinos del pueblo y a todos los alcaldes de Cangas habidos hasta ahora por este punible abandono. Los vecinos, el municipio y D. Alfredo Ron, que transporta por aquí sus maderas, debieran unirse para esa labor tan necesaria. Y es más lastimosa esa incuria, pues que el trozo a reformar es corto; a la vista del pueblo todavía se entra en un camino espacioso hasta La Viliella.

Oigo ahora decir a unos aldeanos que si los afanes que este concejo puso desde hace muchos años en obtener el ferrocarril, los hubiera puesto en obtener carreteras y caminos, otro gallo nos cantaría a estas horas. Hoy, los transportes por camiones son baratos; las dificultades están en los que se hacen por carros del país o a lomo. He aquí una gran ocasión de lucimiento para el Gobierno, la Diputación y el municipio republicanos......



Vista desde el Rañadoiro. En primer término Larón y La Viliella.

......El Rañadoiro es una loma estrecha, y apenas nos asomamos a ella al terminar la cuesta de La Fayona, comienza la rápida y bruñida pendiente que baja a Larón y La Viliella. Abajo, abajo, en el fondo, sumidos entre rápidas, áridas, desiertas e inhospitalarias laderas, están esos dos pueblos, tan cercanos que parecen uno solo. Se adornan los dos con alfombras de patatales y pradería; los centenos maduros parecen cortinajes dorados de días de fiesta."

El túnel es el primer tramo que se está ejecutando, de la que se pretende vía de conexión entre La Espina y Ponferrada, y que en su recorrido por Asturias está diseñada como autovía hasta Cangas y a partir de la villa del Narcea como vía rápida, o como se dice ahora vía verde, hasta el límite con la provincia de León, en Valdeprado.

La inauguración del túnel está prevista para finales del presente año, acortándose varios meses el tiempo inicialmente previsto que estaba fijado a mediados de 2010.

Si bien nos tenemos que congratular con la apertura de esta magnífica obra, que además de reducir distancias también va a reducir el impacto ambiental que la actual carretera provoca, al quedar la misma eliminada y por lo tanto integrada en el paisaje, aunque esto último podría tener diversas interpretaciones; por otra parte, es una pena que las obras no vayan acompañadas del arreglo entre Larón y Degaña, que con un trazado sinuoso, curvas pronunciadas, muchos zig-zags, falta de arcenes e insuficiente anchura, es tan dificil de transitar como por el actual puerto.


Larón y la carretera hacia Degaña

Especialmente complicado es el tramo de carretera entre Larón y Fondos de Vega, al atravesar una zona muy accidentada, en el que la realización de cualquier tipo de obra supondrá un importante impacto visual. Este trayecto requerirá la construcción de pequeños túneles y viaductos, por lo que será necesario hacer bastante movimiento de tierra, siendo asimismo necesario rellenar numerosos tramos.

Y aquí surgen mis dudas:

¿Por qué la administración no ha utilizado el material excavado del túnel para acometer las obras del tramo Larón-Degaña y así poder aprovecharlo en su mayoría, en vez de depositarlo en un prado de Fondos de Vega?.


Larón y la carretera sinuosa

La construcción del túnel provocó el corte de la carretera, con los correspondientes desvíos de tráfico -mal señalizados-, durante varios meses. ¿Por qué no se aprovecharon esos cortes y desvíos para acometer las obras del tramo hasta Degaña?. Seguro que cuando se acondicione este trozo, volveran a cortar la carretera con total impunidad y sin tener en cuenta los perjuicios que puedan ocasionar a los viajeros y sobre todo a los vecinos afectados.

La causa tal vez la tengamos que buscar en el dicho, que haciendo la comparativa entre Alemania y España dice que en Alemania tardan 6 años en realizar un proyecto y 6 meses para llevar a cabo la obra, mientras que en España sólo necesitamos 6 meses para desarrollar el proyecto pero nos tiramos 6 años ejecutando la obra.

viernes, 20 de marzo de 2009

¿Qué es esto?

La primera fotografía en la que intentaba implicar a los visitantes del blog, especialmente a los de Moal, para que identificaran a las personas que salían en la misma, tuvo el respaldo de mucha gente, que se vio acrecentado con el personaje desconocido del carnaval.

Ahora toca un nuevo retrato, en un escenario distinto y con otros protagonistas.

La fotografía nos muestra a una serie de gente, que se ve contenta y alegre, tal vez porque están tomando alguna bebida, y que rodean un carro "volquete" que ya se puede considerar moderno, pues llegó en sustitución del denominado carro del país. Al fondo se ven los pegollos de un horreo, así como la fachada de una casa y un tejado.


Hoy en día, tanto las ruedas del carro del país, como las del volquete, sólo sirven de adorno, como en este caso para decorar el lateral del horreo de Alonso.

Seguramente, para muchos de los vecinos que siguen esta página y tienen más de medio siglo de vida, les resultará fácil saber responder a las preguntas que seguidamente realizo:


1.- ¿Quiénes son las personas que salen en la fotografía?. Para hacer más fácil su identificación, les he puesto un número a cada una de éllas y las he enumerado correlativamente.

2.- ¿Qué sentido tenía el carro y qué hacían los fotografiados alrededor del mismo?.

3.- ¿Qué horreo es el que podemos apreciar en la foto y cuál es la casa y el tejado que aparecen al fondo de la misma?.

4.- Las tres botellas que se pueden distinguir en el retrato parecen de licor. Si fuera así ¿álguien sabe distinguir la marca de cada una de éllas? .

Espero vuestras respuestas.

domingo, 15 de marzo de 2009

Recuerdos de Amelia

Una imagen vale más que mil palabras. Eso es lo que nos dice el refranero español. Y el refrán se cumple cuando ves una fotografía que te hace evocar tiempos pasados. Cuando después de observarla detenidamente, puedes rememorar los lugares y sobre todo las personas que figuran en la misma, especialmente aquéllas que hace ya muchos años no has visto o, lo que es peor, ya nunca volverás a ver. Personas que, en muchos casos, ya se habían borrado de tu memoria, o que su figura, aunque grabada, ya la veías difusa.

En el reportaje que sigue a continuación aparecen una serie de fotografías antiguas de casa Casín, que me envió Amelia en el verano del año pasado, para compartirlas con todo el mundo, dándome la confianza de que yo las fuera difundiendo en función de los artículos que publicase. Amelia era una fiel seguidora del blog y disfrutaba viendo las fotos de su pueblo. Hoy nos sirven para recordarla y acompañar a la familia en estos momentos de dolor.


Familia Casín sobre el año 1946


Familia Casín sobre 1956


Boda de Amelia y Delfín. Actuaban de
padrinos Manolo de Alguerdo y Celia de Chiquito



Autobús contratado para la boda de Amelia. La matrícula era O-3846 y fue matriculado en el mes de mayo de 1926. Era propiedad de "Pepe Rengos" y fue el primero en realizar un servicio de pasajeros, mas o menos regular, entre Cangas e Ibias a través de Moal y el Puerto del Connio.


Un día de fiesta en el que podemos ver, empezando por arriba y a la izquierda a: Delfín, Antón de Chope, D. Manuel (Oficinista de la Sierra), Ximino, Lolo, Pepe Madreñeiro, Casín, Saturno, Segundo y Pepe de Cadenas, Lugo (la fragua), Mero, Fina, Celia, Leonor de Chope, Amelia, Luisa, Pilar, Carmen, Isabel y Maricarmen.


Amelia, Veneranda e Isabel con Fiden y Mois


De Derecha a izquierda: Pepe, ****, Ximino, Saturno, Segundo, Delfín, Casín, Pepe Ferreiro, Luisa, Blanca, María Silvestre, Isabel, Pilar, Fiden, Amelia, **** y Carmen de Cadenas.


Casín acompañado de sus hijos mayores Pepe y Amelia , con unos militares sobre 1940. En la parte de atrás se ve a la madre de Casín, una mujer muy trabajadora, tanto que su profesión era la de peonera en la carretera, sobre todo cuando se estaba haciendo la "cuesta de Naveo". Desempeñaba tan bien su trabajo, que su sueldo era el mismo que el de cualquier hombre


Invitados a la boda de Amelia Casín.
De pie: los novios, con los padrinos, el cura y parte de la familia
Agachados: Justo el acordionista, Oreste, Manolo Aumente, Saturno, Alicia, Nides, Isabel, María, Blanca, Anibal, Agustina, Luisa y César.


Un día de fiesta para las mozas del pueblo. Podemos ver a Telvina Castañón, Herminia, Mercedes, Elvira, Pili de Abel, Telvina Baragaño, María de Alonso, Claudina de Silvestre, Rosario, Amelia, Nides, Luisa y Rosario de Mateo.

lunes, 9 de marzo de 2009

Recuerdos de una visita a Muniellos

Por invitación del autor de este Diario voy a contar mis recuerdos de una visita al monte de Muniellos. Estuvimos, mi mujer y otra pareja de amigos, el 23 y 24 de junio de 2007.


Vista de Oballo, con alguna casa de Moal en el valle

Buscamos alojamiento en Moal con la intención de no tener que desplazarnos en coche para empezar a caminar por la mañana y, sobre todo, disfrutar del día sin prisa al volver. A través de la web fuentesdelnarcea.org encontré Casa Xuaquín.

Llegamos el viernes por la tarde y nos recibió la dueña, Isabel. La casa era muy confortable y bien acondicionada. Aunque lo mejor fueron los desayunos, abundantes y con pan y miel un día, y al siguiente frisuelos.


Interior de Muniellos

He de decir que los cuatro caminantes ya conociamos la ruta pues la habíamos hecho una vez hacía unos 6 años. Esta vez optamos por hacerla en sentido inverso al recorrido anterior y que, por lo que nos dijo la guarda de Tablizas, es el habitual y el que ellos aconsejan a los visitantes. Es decir subimos por el centro del valle, por donde baja el río, hasta las lagunas, y regresamos por la falda del monte que vierte a la margen izquierda del río, o sea, la que nos quedaba a la derecha al subir. Para quienes no lo conozcan decir que sólo hay estos senderos, que forman el circuito o ruta.

El bosque estaba verde y espeso. La sensación es la de estar en una selva inmensa. A mi la subida hasta la laguna de la Isla se me hizo corta o más bien no se me hizo larga. Según mis notas empezamos a caminar a las 9 y media, llegamos al cruce del Piélago a las 2 horas, y en otra media hora al pie de la Laguna de Isla. Sin embargo la vuelta se me hizo muy larga. La culpa la tienen las vallinas, que ya nos habían dicho que eran más que días tiene el año. No son tantas como exagera el dicho, pero son pliegues del terreno que alargan el recorrido, entrando y saliendo constantemente. Además hay una tramo de bajada pedregoso y malo de andar. Total que tardamos casi 4 horas en volver a Tablizas.



Laguna de La Isla

Dentro del monte no hay vistas, salvo en el sendero por la falda, en que a veces hay algún claro que nos permite asomar la cabeza como si fuese una ventana para ver dónde estamos. Donde sí hay vistas magníficas es encima de la laguna de la Isla. Merece la pena subir a esa terraza natural de piedra y comer y descansar allí, a la sombra si el sol pica, y con el monte perdiéndose en el horizonte y la laguna a los pies. Yo diría que es absolutamente imprescindible hacerlo. Y lo digo porque en nuestra anterior visita, habiendo subido por la falda, llegamos tan cansados a la laguna que comimos en su orilla, sin dar un paso más arriba. Y no hay comparación entre ambas experiencias.


Laguna Honda

Comprenderéis ahora por qué el recorrido aconsejado y habitual es el inverso al que hicimos ese día: mejor hacer primero el tramo más duro, cuando la gente está más fresca. En fin, si tuviese que recomendar a alguien el recorrido más placentero y menos costoso, sin duda, le diría que llegar a encima de la Laguna de la Isla, subiendo y bajando por el valle.

El día, víspera de San Juan, fue espléndio, cielo azul y sol. Por la noche, después de cenar, Isabel nos dijo que había foguera. Y allí estuvimos en una plaza a la orilla del río.


Pico del Connio

El domingo 24, de nuevo buen día. El azul del cielo en estas tierras me resultó llamativo, pues me pareció mucho más limpio, más brillante, que el de los mejores días en la zona central de Asturias. Supongo que será por la contaminación, que es mucho menor.


Muniellos y pradón de Moal

Este día, dado que había que regresar a casa por la tarde, recorrimos un poco los alrededores. Dolores en los pies desaconsejaron la ruta del Montecín, así que tiramos al puerto del Connio, en coche claro. Queríamos divisar el panorama y nos pusimos a caminar por la pista que a la derecha sube al alto del Chano la Piedra. En ese momento un guarda bajaba y nos informó de que estaba prohibido por ser terreno de la Reserva de Muniellos. Nos estaba aplicando esa absurda normativa de los planes rectores asturianos que prohibe caminar, supongo que por su grave impacto ambiental sobre el entorno. En este caso el absurdo era delirante, pues no hay bosque, es terreno despejado, y el guarda acababa de bajar en su vehículo por el mismo sitio. Como alternativa para tener vistas del entorno nos señaló un camino que un poco más abajo del puerto, en dirección a Moal, salía a la izquierda. El camino resultó ser un antiguo cortafuegos o pista cubierto de un matorral que nos llegaba a la cabeza, con lo que no hubo forma de asomarla a ningún sitio para ver algo. Así que seguimos bajando y entramos por la siguiente pista a la misma mano. Dimos un pequeño paseo por ella, con el pueblo de Oballo a nuetros pies, hasta que en medio apareció un perro pastoreando cabras que nos invitó a dar la vuelta. No obstante pudimos atisbar un valle fragoso y salvaje, que, según el mapa de Calecha, es el del río Cabreiro.


Peneo del Cabreiro

Por último bajamos a conocer el centro de interpretación, que nos gustó mucho. Sobre todo el mirador del pico Luis, que es magnífico. Y está cerrado lo que nos pareció una gran idea, pues las inclemencias meteorológicas no te fastidian, como suele ser habitual en los miradores.



El grupo delante del Centro de Interpretación.

En resumen, diría que el paisaje de esta parte de Asturias nos choca porque es muy distinto al de la zona central y oriental, que es la que más conocemos. En las montañas no hay caliza, y esa falta de roca a la vista, da una sensación de uniformidad, de suavidad, de accesibilidad, de falta de misterio. Una sensación engañosa, que adviertes en cuanto pones el pie en tierra.

Jorge González es un asturiano de la Cuenca del Nalón, residente en Cantabria, que hace unas semanas contactó conmigo via e-mail. Desde entonces mantenemos una relación fluida, en la que hemos intercambiado opiniones sobre el suroccidente asturiano. De esta zona sólo conocía hasta hace muy poco tiempo Tineo y Pola de Allande, por visitarlas en una ocasión. Cangas le resultaba tierra remota, máxime cuando una tía política le hablaba como de un lugar lejano y desconocido.

Pasado el tiempo, Jorge visitó Muniellos sin saber casi dónde quedaba y el año pasado repitió de nuevo. Las impresiones que sacó de su visita a la zona, así como las fotografías, son las que aquí nos deja reflejadas. Unas impresiones que por ser de álguien forastero, que no tiene ningúna vinculación familiar y que no tiene que vender el producto, me parecen todavía mucho más interesantes.

martes, 3 de marzo de 2009

Martes de Carnaval

El pasado martes 24 de febrero se celebraron, como todos sabeis, los actos lúdico-festivos del carnaval, antesala de la Cuaresma, que se inicia al día siguiente con la celebración del miércoles de ceniza.

Varias décadas han pasado desde que, a pesar del franquismo, los escolares de Moal que por aquellos años teníamos en la escuela la jornada partida, disfrutábamos de la tarde libre el día de carnaval. En estos años que nos toca vivir, los estudiantes gozan del día completo de fiesta y, en algunas ocasiones, como ha ocurrido este año, hasta de dos días de vaciones: lunes y martes.

Allá por la década de 1960, la enseñanza era obligatoria hasta los 14 años y todos los que teníamos menos de esa edad, cogíamos las "chuecas" (los cencerros de las vacas) y las tocábamos por todo el pueblo sin parar ni un minuto, disfrutando del alborozo de una tarde excepcional. A medida que el día daba paso a la noche, nos disfrazábamos e íbamos pidiendo por las casas, recibiendo normalmente como premio una peseta, aunque algunas veces la cosa se quedaba en una o dos "perronas".

A medida que la noche avanzaba, los niños nos retirábamos y nuestro lugar era ocupado por los mozos/as del pueblo que disfrazados iban individualmente o en cuadrillas, recorriendo todas las casas, donde eran siempre bien recibidos y obsequiados con rosquillas, vino y alguna bebida alcohólica.

La década de las 90 fue como un viaje por el desierto, al perderse la tradición de disfrazarse, por lo que algunos años llegaron a pasar los carnavales completamente desapercibos.

La Asociación de Muyeres de Moal, a las que acompañaron también hombres y niños, organizó este año para la ocasión, una serie de disfraces y mascaradas que recorrieron todo el pueblo, dándole un ambiente y un colorido especial.

Los últimos años, la Asociación está tratando de revitalizar la fiesta y este año han demostrado que con ganas e ilusión se pueden hacer bien las cosas y lo que es más importante, darle vida a un pueblo que durante unas horas pudo despertar del letargo que impone el invierno.

El carnaval del 2009 ha estado concurrido, al ser muchas las personas que se disfrazaron y según me cuentan los informadores, alguno lo hizo tan bien, que fue complicado descubrir de quién se trataba. Debajo dejo una foto para que los no disfrazados nos saquen de dudas sobre quién era la persona en cuestión.

La jornada finalizó con una cena en la que tomaron parte los participantes en la fiesta, las mujeres de la Asociación, los familiares y allegados, en los que no faltó la carne de gocho, las bebidas y la juerga.

Por último, dar la enhorabuena a la Asociación de Muyeres y desearles que continúen con la gran labor que están desarrollando para revitalizar las costumbres y tradiciones de Moal.

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