lunes, 31 de marzo de 2008

Centro de Recepción de Visitantes de Muniellos

El Centro de Recepción de Visitantes que el Principado tiene en Tablizas es el punto de partida para todos los recorridos que se pretendan realizar por Muniellos. Hasta el Centro se puede acercar cualquier persona, tenga o no tenga permiso, pero para adentrarse en el bosque es preceptiva una autorización que se debe solicitar ante la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras.



Centro Recepción Tablizas (2008)

Las Tablizas, como decimos por la zona, es el único lugar poblado que hay dentro de la Reserva, pues desde que la gestión del bosque se encuentra en manos del Gobierno de Asturias, éste consideró conveniente que un guarda forestal tenga fijada la residencia en la 2ª planta de la casa que alberga el Centro de Recepción.


Las Tablizas desde el monte de Moal (2008)


La sociedad Bosna-Asturiana, que se encargó de la explotación del monte durante la primera mitad del siglo XX, construyó dos casas entre los años 1903-04: una de estilo alpino en la que vivía el gerente de la fábrica y otra de corte mas tradicional para el guarda y los obreros. Por desgracia, la administración tiró el edificio destinado a los obreros en la década de 1980; tal vez su estado de conservación no era el más adecuado, pero siempre hubiera sido mejor restaurarla y hacer un centro de recepción en mejores condiciones que derruirla.



Sanchís y Simino Cadenas (1960)

El Centro de recepción tiene una pequeña sala expositiva con paneles informativos sobre itinerarios, la historia y los pueblos, la geología, el paisaje, la vegetación, los bosques, los canchales y matorrales, las lagunas y ríos, la vida en el árbol, el suelo del bosque, huellas y señales y por último sobre los espacios protegidos de Asturias. Los paneles necesitan una profunda revisión, pues algunos nada tienen que ver con lo que el visitante se va a encontrar en Muniellos y por otro lado hay que pensar que estaban concebidos para un Centro de Interpretación, función que Tablizas estuvo haciendo hasta el año 2003 en que se inauguró el actual Centro entre Moal y Oballo. En la parte derecha de la sala está el mostrador donde se controlan las personas y si seguimos de frente nos encontramos con los aseos y una sala con algunas fotos de Muniellos y Moal, así como varios utensilios de la zona, algunos dedicados para el furtiveo.



Panel sobre la historia y los pueblos

Por otro lado, hay que recordar que la administración no tuvo las ideas muy claras sobre lo que pretendía hacer con Muniellos y tal vez por eso quitó parte del material obrante en el Centro, como el esqueleto de un oso que hacía las delicias de todos cuantos lo veían y que consideró más oportuno exponerlo en la Casa del Oso de Proaza. A mi parecer, no fue este el único desaguisado cometido con la zona, pues dos oseznas capturadas en los montes de Cangas del Narcea, Paca y Tola, que habían quedado huérfanas cuando un cazador furtivo mató a su madre, fueron alojadas en mayo de 1996 en un cercado también próximo a Proaza, después de pasar por Vic (Barcelona) y El Hosquillo (Cuenca). ¿No se pudo hacer el cercado en uno de los prados próximos a Moal o de otros pueblos situados en las inmediaciones de Muniellos?. El Principado y el Fapas tendrán una respuesta convincente, pero yo no la encuentro. Tal vez el problema residiese en el miedo que por aquellos años se tenía al furtivismo en toda el área suroccidental asturiana. A pesar de todo, adoptando las debidas medidas de seguridad, las osas tenían que haber regresado al concejo de Cangas.



Aguila disecada

Las personas que lleguen a Moal tienen dos itinerarios para acercarse hasta Las Tablizas: uno es adentrándose por entre las casas del pueblo y seguir la calle principal y el otro es continuar por la carretera AS-348, hasta el kilómetro 3,100 donde parte un ramal a mano izquierda, que tras descender 200 metros, enlaza con el trayecto anterior. A partir de este punto sólo hay que seguir la pista que nos llevará directamente hasta el Centro de Recepción, donde existe un buen aparcamiento para dejar los vehículos. La distancia entre Moal y Las Tablizas es de 4 kilómetros.



Cascada entre Moal y Tablizas (2008)

Todos los que pretendan realizar algún itinerario por el interior del bosque, necesitan conocer una serie de normas dictadas por la Consejería de Medio Ambiente del Principado de Asturias y solicitar un permiso, que a través de internet se puede conseguir en el siguiente enlace. El que desee formalizar la reserva a través del teléfono debe ponerse en contacto con el número 012 desde Asturias y con el número 985.27.91.00 desde fuera del Principado.

Por lo que respecta al entorno del Centro de Recepción y lo que significó Las Tablizas para Moal y pueblos aledaños, lo dejo para un próximo comentario.

viernes, 28 de marzo de 2008

Jóvenes de Moal (II)

La juventud era la que más se fotografiaba en épocas pasadas, pues aprovechaba las fiestas de los pueblos para retratarse y además gustaba de la camaradería. Por eso, la siguiente serie de fotos corresponde a la mocedad del pueblo, aunque en algunas de éllas haya jóvenes de otros lugares.

Ciertas fotografías no tienen la calidad deseada, pero hay que comprender que muchas fueron sacadas hace más de cuarenta años y en otras no se tuvo el cuidado necesario para su correcta conservación.

Madres con hijas (sólo dos chicos) en 1950
Boda de Pío y Agustina (1957)

Mocedad el día de San Juliano 1959

David y Sabino Baragaño, con Ferreiro y amigos en 1960
Mozos junto a chigre casa Casín en 1962
Pepe Baragaño, Ferreiro, Roque y Eliseo (1963)
Aumente, Pepe Roque y Carlos de Mingo (1964)
Balbino, Pepe Roque, Tanicho y Pepe Silvestre (1967)
Pepe Ferreiro, Baragaño, Ramón y Pepe Roque (1967)
Mocedad de Moal en fiesta San Juan de Vega (1968)
Fiesta de Moal en el "prao Saturno" (1968)
Foto junto a casa Alonso (1968)

Mocedad en 1968
Mocedad en 1977

La serie se termina con una foto en color sacada el día en que Manolín de Pasaron se casó con Telvina.

Los vecinos de Moal tienen muchas más fotos de las que yo pensaba y todos desinteresadamente colaboran prestándolas, así que poco a poco trataré de ir poniéndolas en la página.

martes, 25 de marzo de 2008

Visita a Moal

Llegué el lunes 24 por la noche a Logroño, después de pasar la Semana Santa en Moal y traía en la mente varios temas para el blog, no sabiendo en un principio por cual decantarme; al final me decidí por un breve relato de las vivencias compartidas estos días con los vecinos de Moal y aquí me teneis de articulista novato.

Llevaba desde noviembre sin ir por Moal y en esta ocasión me acompañaron mi mujer Lourdes y mi hija Covadonga; mi otro hijo Alfonso se quedó en La Rioja acompañando a la abuela que recientemente la operaron de cataratas. La próxima visita será con Alfonso, coincidiendo con el partido que el Sporting juegue en El Molinón, para ir a verlo y darle ánimos, pues los dos somos entusiastas del equipo rojiblanco.


El Cascarín nevado

No me gusta ir en invierno por la falta de luz solar y menos en Navidad, pues si bien son fechas para pasar en familia, aquí ya tengo una y para juntarnos en Asturias cualquier época del año es buena, comenzando casi siempre por la Semana Santa.

Llegamos a Moal el jueves al mediodía y mi hermano Carlos, que estaba haciendo alguna labor por el corral, salió a recibirnos al vernos llegar. A mi padre, con sus 91 años, lo cogimos desprevenido echando una pequeña cabezadita en la cocina. Su mente le sigue funcionando y muchas de las cosas que cuento de ese Moal ya pasado son gracias a su memoria, sin embargo sus ojos no responden de la misma manera y menos ese maldito párkinson que casi le impide andar. A los saludos cariñosos con mi cuñada Maribel y mis sobrinos Carlos y Gerardo, se unieron despues los de mi hermana Maricarmen y mi sobrino Maxi que estaban atendiendo la clientela de la casa rural.

Aunque había estado en contacto telefónico o por medio del correo electrónico con la familia y algunos amigos como Manolín o Javier, no sabía la reacción que podría despertar en la gente del pueblo el blog que había iniciado por Navidad. La primera satisfacción me la dio Alberto de Mateo, cuando después de comer lo vi en el camino jugando con un balón y me dijo que había visto y leído todo lo que había puesto y que le gustaba. Bueno, al menos un niño de 13 años estaba conmigo en la aventura.

Poco tardé en comprobar que al igual que Alberto, la gente estaba ilusionada en el proyecto y que Moal cuenta con numerosas familias conectadas a internet.


Jose Mingo y Fino Baragaño

Los saludos se sucedieron durante todos estos días: Lolón, el apasionado de los bolos; Grabiel, así como suena, porque en Moal le cambiamos la "r" de ubicación; Pepe de Roque y familia con quien departí charla y chupito y me dejó unas fotos; Aladino de Farruco que es una enciclopedia viviente de Moal a sus 83 años, en cuya casa, acompañado de su familia y un café tomé notas de épocas pasadas y me dejó fotografías; Mois de Casín (Moisés lo dejamos para el D.N.I.) que estaba acompañando a su abuela Pilar, como hace siempre que puede, con quien da gusto hablar por lo alegre y jovial que está a pesar de sus 93 años; a Fino de Braragaño que también me dejó unas fotos, al igual que la familia de César de Mateo, quien el lunes antes de partir, me estuvo contando anécdotas de sus años mozos; de Lulo y Pepe de Abel y Pepe del Ferreiro con quienes intercambié historias y cábalas sobre varias fotos que me dejaron; de Pepe de Baragaño, Manolín de Pasarón, Ramón, Javier de Xuaquín, José y Beatriz del Campo, María de Alonso... y un largo etc., que me tienen que perdonar por no enumerarlos.



Horreos nevados


Tambien quiero acordarme de Ana Cruz, la nieta de Erondina, que desde tierras cántabras me mandó un correo dándome las gracias por haber encontrado una foto de su abuela cuando era niña y que le hizo mucha ilusión a sus padres y hermana. Yo te devuelvo las gracias por querer seguir vinculada a esta tierra que te vio nacer y te invito a que hagas comentarios en el blog, pues a más de uno de Moal le gustará saber y rememorar andanzas de antiguos vecinos del pueblo.


Vista desde la Medorra


Por último, decir que aunque el tiempo no acompañó del todo, nos brindó preciosas estampas, algunas de las cuales muestro para deleite de quien las vea.


lunes, 10 de marzo de 2008

El tiempo escondido

Moal aparece reflejado en una serie de libros, especialmente de carácter didáctico y que guardan relación con Muniellos y su entorno, pero también hay alguna novela que tiene su desarrollo por estos lugares del alto Narcea o como decimos por la zona río de Rengos, así como algún libro de poesía.

En este apartado espero ir poniendo todos esos libros que sabiendo desde un principio donde se desarrollaban, compré para deleitarme con su lectura o para mejorar mis conocimientos de la zona. Al ponerlos en esta página sólo pretendo darlos a conocer y si alguno despierta la curiosidad del lector, tal vez acabe en la librería de su casa.

Joaquín M. Barrero es un madrileño con profundas raices en Cangas del Narcea. Analista químico, fue emigrante en Venezuela antes de sentirse captado por el mundo del comercio internacional que le llevó a viajar por medio mundo, impregnándose del horizonte cultural que va en esos periplos. Desde temprana edad ha cultivado todo tipo de lecturas con incidencia en la literatura de viajes, el thriller, y la historia, en especial la de España. El tiempo escondido es su primera novela publicada y para su finalización ha necesitado cuatro años.

La trama del libro es, según se recoge en su contraportada, la siguiente:

En la iglesia de una aldea apartada del occidente montañoso de Asturias se descubren los restos de dos hombres desaparecidos sesenta años atrás. El hijo de uno de ellos contrata a un investigador privado para averiguar la identidad del asesino. El detective, al que los avatares de su propia existencia ha convertido en un escéptico, va adentrándose en una trama apasionante, rescatando de un tiempo escondido las vivencias de unos personajes inolvidables que enlazan la última batalla de Cuba con el final del siglo XX. Un misterio, una investigación y un viaje que le llevará por derroteros insospechados a encontrar su propio destino.

En la novela no solamente aparece citado Moal, sino toda una serie de pueblos del concejo: Cibuyo, Otas, La Regla, Rengos, Ventanueva..., así como numerosos accidentes geográficos. Un libro para disfrutar con su amena e intensa lectura y para recrear nuestra imaginación por los parajes Cangueses.

martes, 4 de marzo de 2008

Familias de Moal

Las familias en los pueblos se juntaban normalmente para ayudarse en las labores agrícolas o con ocasión de alguna fiesta. Como se puede suponer durante el trabajo en el campo era dificil que se pudieran hacer fotografías, por eso aprovechan normalmente los momentos de fiesta para retratarse.
Hasta la década de 1970 la fiesta más importante a la que acudían las familias de Moal era la que por San Juan se celebraba en Vega de Rengos. Allí iban en romería los vecinos de todos los pueblos que conforman la parroquía, celebrando primero la misa y después una gran comida campestre a la que seguía la verbena. Durante la celebración de la romería eran frecuentes los cánticos y las borracheras, no faltando el fotógrafo que inmortalizaba esos momento. Varias de las fotografías que incluyo en este apartado fueron sacadas con ocasión de la citada fiesta.

Hay también fotos sacadas durante las fiestas de Moal y otras realizadas aprovechando el viaje a Cangas para resolver algún asunto o para vender o comprar algún producto. También las hay con motivo de la celebración de alguna boda, bautizo, comunión; o bien que el fotógrafo se había desplazado hasta el pueblo y algunas familias que tenían dificultades para desplazarse hasta la villa aprovechaban esta circunstancia para tal menester.


Telvina del Ferreiro y abuela (1922)


Carmén de Alonso, Encarnación, Pepina y María
(1923)


Carmen de Alonso (1929)


Familia Cadenas (1938)


María de Alonso, Pepe y Emilio (1931)


Familia Alonso y Marcelino(1949)


Familias Francos y Reguilón (1953)


Familias Cadenas y Casín (1953)


Familia Roque y Mersindo (1955)


Familia Mingo (1961)
*El pequeño es quien esto escribe

Familia Casín (1962)


Familia Baragaño (1975)

Las fotografías están puestas por años, y en algunas llama poderosamente la atención los rasgos de la cara de varias personas, así como la vestimente de la época, propias del momento.

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